"Voy a improvisar conversaciones como si estuviera en el pueblo hablando con alguien". Así empieza el extremeño Aníbal Martín el vídeo que se ha hecho viral en Twitter en el que busca dar visibilidad al acento de las Hurdes Altas, donde se encuentra Huetre o, mejor dicho, La Güetri, el municipio de sus abuelos. "La gran parte de personas que hablan así son mayores y no pueden llegar a tanta gente", cuenta.

Martín es cacereño. Su familia materna es de Torremocha y la paterna es hurdana. El extremeño es traductor, escritor y un fiel defensor de su lengua. Su manera de llevar por bandera su tierra es a través de las redes sociales, su gran altavoz. En su perfil de Twitter atesora casi 25.000 seguidores. “Normalmente me gusta divulgar el patrimonio lingüistico de Extremadura”, señala.

No es la primera vez que difunde este tipo contenido ni será la última. Sin embargo no esperaba tal repercusión y se emociona al recordar cómo reaccionarían sus abuelos al verlo. "Me da pena. Me acuerdo de ellos. Hablaban así y les haría ilusión saber la difusión de que la lengua de su pueblo ha llegado tan lejos y está siendo arropada por tanta gente", relata.

"Cuando hablamos del extremeño no es una cosa extinguida. En mi pueblo se sigue hablando así. No quiero que se pierda", reivindica. También le apena que se vincule la clase social con el acento. "Antiguamente, los hurdanos intentaban pronunciar las palabras completas o hablar más fino cuando viajaban porque se creó una relación entre el acento y ser inculto. La realidad es que esto aún pasa. Tanto como con los acentos, lo que se denomina glotofobia, como con las lenguas minoritarias", dice. "Es más fácil decir que alguien no sabe hablar o lo hace mal a entender su lenguaje", añade.

"Verás como al final se os pega el tonillo...", concluye.