Unicaja Banco ha dado por cerrado esta mañana el periodo informal de negociación del Expediente de Regulación del Empleo (ERE) con el que pretende reducir su plantilla en 1.513 personas, lo que supone el 15,6% del empleo actual del banco después de materializarse la absorción de Liberbank (donde se integró Caja Extremadura), y reducir su red de oficinas en 395 sucursales, un 28,2% de su capacidad instalada.

Tras media decena de reuniones, la ronda de contactos con la representación de los trabajadores ha terminado “sin permitir una verdadera negociación y sin aportar la documentación técnica que justifique ni las causas que alega, ni las medidas que propone” se lamenta desde el sindicato Cesica-Sibanca Fine Extremadura, que volvió a manifestar hoy su “total rechazo” a la propuesta del banco, que califica de “inasumible, cicatera y fuera totalmente de mercado”. “Según nuestros cálculos, las 173 personas que pudieran adherirse de forma voluntaria se tendrían que marchar con las peores condiciones de todo el mercado financiero español”, se arguye desde este sindicato, mientras que el resto de extinciones de contrato (1.340 personas) correspondería a empleados de menos de 50 años, que se deberían adherir con 26 días de salario por año trabajado con un máximo de 18 mensualidades. El banco “nos está declarando una guerra. Nos quieren atemorizados”, se aseguró.