La historia se repite. Trabajadoras de la limpieza que cobran menos de lo que les corresponde por ley, que acuden a la justicia y que los tribunales les dan la razón. Esta vez han sido dos empleadas (ambas rondan los 50 años de edad) de la empresa Acciona Facility Services, que desarrollan su labor en el centro ambulatorio de la localidad pacense de Barcarrota. Denunciaron a Acciona por no recibir el plus de toxicidad y peligrosidad, un complemento que supone un 30% del sueldo y que sí debían recibir por el tipo de labor que llevan a cabo. «Recogen orines, agujas, tienen que sacar la basura a la calle porque no va en carros, tratan con productos tóxicos... Una situación muy parecida a la que ocurre en los hospitales», explica Estrella Santiago, la abogada pacense que ha llevado el caso. «La sentencia dice que la empresa les debe abonar lo correspondiente a ese plus de toxicidad y peligrosidad del último año e incluirlo a partir de ahora en la nómina de todos los meses», detalla Santiago. En ambos casos, la cantidad ronda los 200 euros al mes.

El caso se ha tratado en el Juzgado de lo Social nº4 de Badajoz. Ahora cabe recurso por parte de la empresa al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx). La demanda se interpuso el 22 de septiembre de 2020 y la respuesta llegó el pasado 28 de octubre, más de un año después.

La historia se repite porque Santiago ya había ganado casos similares en los tribunales. Fue con las limpiadores del hospital Perpetuo Socorro de Badajoz, que llevaban más de 30 años sin cobrar ese plus de toxicidad que igualmente les correspondía por la tareas realizadas. Pero en ese caso había un elemento más: los compañeros hombres de estas trabajadoras sí cobraban ese extra no realizando, además, las mismas funciones. De manera que la denuncia se tramitó como una vulneración de derechos fundamentales por discriminación por sexo (por ser mujer), además del incumplimiento del propio convenio. Las empleadas pertenecían a Palicrisa, empresa que después absorbió Eulen heredando las mismas condiciones laborales. Tras acudir a la justicia, lograron compensación económica por la situación vivida y que Eulen incluyera en sus nóminas ese plus (aunque lo primero que intentó la empresa fue eliminar el extra del salario de los compañeros para acabar así con la discriminación).

Más batallas

«En esta ocasión es una reclamación por incumplimiento de un derecho recogido en el convenio del sector. Fue un juicio bastante largo e intenso donde aportamos fotos, el testimonio de enfermeras...», explica la abogada.

La próxima batalla será un centro de salud de Badajoz donde las empleadas tienen la misma situación que las limpiadoras de Barcarrota, que ahora saborean la victoria judicial.