El Sindicato del Profesorado Extremeño (PIDE) registró ayer las mil primeras firmas a favor de la campaña Horario del siglo XXI para docentes extremeños que busca que los maestros "tengan 18 horas lectivas dentro de las 25 horas de permanencia", con una "verdadera jornada continua", sin tener que ir al centro ninguna tarde y suprimiendo la hora de exclusiva.

En un comunicado, enumeró las veces que ha registrado esta propuesta de mejora de horarios de los maestros de Educación Infantil y Primaria, sin obtener respuesta por parte de la Consejería de Educación y Empleo, que permanece en "silencio".

El sindicato indicó que ahora es el momento, "sin excusas", de que se atienda esta demanda, "secundada por los maestros", porque se tienen que negociar los decretos de desarrollo autonómico de la LOMLOE, un contexto "ideal" para debatir, en mesa sectorial correspondiente, esta iniciativa de PIDE.

En este sentido, reclamó un horario que se adapte a las necesidades actuales que debería tener la nueva Ley en relación a la calidad y la equidad, desarrollo de educación sin lastres ni barreras, recursos económicos suficientes para desarrollarla, renovación pedagógica y la mejor formación de docentes.

Dentro del horario propuesto, consideran necesario que haya una hora a la semana de tutorías para padres y una hora de guardia, dos horas semanales para la gestión de la Plataforma Rayuela y la cumplimentación de otros proyectos, y dos horas semanales para la coordinación, programación y preparación de actividades.

En lo que se refiere a Educación Infantil, defendió que los tutores no tendrán por qué permanecer en el aula cuando estén los profesores especialistas, para lo que se harán los cambios normativos necesarios.

Por otro lado, según PIDE, la labor burocrática "desbordante" a la que están "sometidos" los centros y que recae particularmente en el equipo directivo, ha provocado "un creciente malestar" de muchos directores que se sienten más como "administrativos" que como responsables de la organización pedagógica de los centros.

Para minimizar dicha situación, propuso que se dote de personal administrativo, mínimo uno por centro, a los centros educativos públicos para liberar de la carga a los equipos directivos y que, por tanto, éstos puedan dedicarse a cuestiones docentes y de la organización pedagógica.

También subrayó la necesidad de personal técnico informático en cada uno de los centros ante la creciente digitalización de la educación y el aumento de equipos tecnológicos.

Finalmente, pidió que la asignatura de Religión forme parte de las Actividades Formativas Complementarias, dejando el horario lectivo que ocupa en la jornada de mañana al refuerzo de las asignaturas instrumentales en horario lectivo.