El Expediente de Regulación de Empleo planteado por Unicaja Banco supondría, de llevarse a efecto en los términos que ha propuesto de inicio la entidad, el despido de casi un tercio de su plantilla en la comunidad autónoma extremeña, que a día de hoy la conforman 571 empleados en activo, 431 de ellos en la provincia de Cáceres y los 140 restantes en la de Badajoz, de acuerdo a la información facilitada por fuentes sindicales. Desde el banco no se atendió la petición de información realizada ayer por este diario al respecto. 

Unicaja, que ha incidido desde un inicio en su deseo de aplicar la voluntariedad como criterio preferente para los despidos, ha excluido de ellos no obstante a los trabajadores con entre 50 y 56 años cumplidos a 31 de diciembre próximo, lo que concentraría la carga del ajuste en los menores de 50 (que en la región son 345, más del 60% del total). Para ellos se ofrecerían las peores condiciones de salida, con 26 días por año trabajado y un tope de 18 mensualidades. 

El banco no prevé la salida de trabajadores de 50 a 56 años, a los que sí se podría aplicar la movilidad

Por debajo de esta edad, el banco contempla la extinción de 153 contratos en Extremadura, según la información comunicada desde la representación laboral la pasada semana, tras mantener la primera reunión del periodo formal de negociación del ERE. Cáceres sería una de las provincias más afectadas por el recorte, con 112 despidos, a la par que Málaga y solo por detrás de León, por 41 en Badajoz. A ellos habría que sumar los que decidieran marcharse entre quienes se encuentran por encima de los 56 años, edad que superan solo 24 efectivos del banco en la comunidad autónoma. Agregando ambos grupos, sumarían un 31% del personal.

Cierre de oficinas

Aparte de los despidos, el banco ha planteado el cierre de 78 oficinas en Extremadura, 62 de ellas en la provincia de Cáceres, la que concentra mayor número de clausuras de toda España. Eso conllevaría un recorte todavía mayor en términos proporcionales de la red que en los de empleo. En este sentido, además de los despidos, la reestructuración laboral también incluye un plan de movilidad geográfica, que podría aplicarse a una parte adicional de la plantilla del banco que actualmente tiene su puesto de trabajo en la comunidad autónoma y que tendría que desplazarse a otros territorios. En este caso, e igual que sucede con la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, los empleados de 50 a 56 años (algo más de doscientos en la región) sí que se verían afectados por las medidas del banco.

Empresa y sindicatos tienen tres semanas y media para alcanzar un acuerdo. En concreto, hasta el próximo 2 de diciembre, último día de un calendario de reuniones fijado que también incluye citas para mañana miércoles, los días 16, 17, 23 y 24 de noviembre y el 1 de diciembre. Los sindicatos ya han previsto una primera protesta contra el ERE el próximo martes 16 en Málaga, mediante una concentración de trabajadores.