«Parece que la gente tiene muchas ganas de salir, así que veremos al final qué pasa». David Succo, dueño del restaurante que lleva su apellido, explica que como suele ocurrir casi todos los años, a estas alturas ya se empiezan a reservar mesas para las comidas y cenas navideñas de cara a los días más demandados, que en esta ocasión serán los del fin de semana anterior a Nochebuena y, a partir de ahí, el que no encuentre sitio «irá adelantando la fecha de reserva». «La gente siempre se concentra entre el puente de diciembre y Nochebuena, aunque hay clientes más previsores que en este caso ya han reservado para el fin de semana antes del puente, de hecho, ya tenemos algunas reservas para el último fin de semana de noviembre», explica el propietario de este establecimiento ubicado en el número 7 de la calle Vidrieras de Plasencia.

En cuanto al número de comensales por grupo, Succo señala que suele estar entre 20 y 40 personas como máximo: «Los clientes siempre intentan tener su privacidad, por eso tenemos un salón amplio aparte». El hostelero reconoce que han tenido que subir los precios de la carta, ya no solo por el incremento del coste de la luz, sino porque «también están escaseando las materias primas en el sector de la hostelería». «Si hace dos semanas un solomillo de ternera costaba 20 euros ahora nos piden 30 y así con todo. El consumidor final es el que lo paga y nosotros tenemos que subir precios», sostiene.