La calidad del agua en el río Tajo, a su paso por el Parque Nacional de Monfragüe, empeoró el pasado verano en mayor medida que otros años, según explicó este miércoles el director general de Sostenibilidad, Jesús Moreno, en la comisión de Transición Ecológica. «No se han encontrado animales muertos ni se han señalado afecciones a hábitats ni a especies protegidas, pero lo que ha pasado no se puede volver a repetir», afirmó Moreno en su comparecencia, a petición de todos los grupos (sustituyó a la consejera de Transición Ecológica, Olga García) en relación a los efectos de los desembalses del pasado verano en el Parque Nacional de Monfragüe. El expediente informativo en el que se están analizando esos datos está aún en desarrollo.

El director general explicó que el apartado sobre el análisis de la calidad del agua no está cerrado porque faltan los datos que debe aportar la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), pero en todo caso, el tramo del Parque Nacional es el que la Junta monitoriza de forma más estrecha por la importancia ambiental de este enclave. De los tres embalses que afectan al territorio del parque, no se han detectado «datos diferentes» a otros años en dos de ellos: los embalses de Torrejón-Tajo y Torrejón-Tiétar. 

Otra cosa es la situación en el caso del embalse de Alcántara, que «ha supuesto un efecto negativo en la calidad del agua más intenso que otros años en las mismas fechas, especialmente en el torno de la presa y aguas abajo», señaló Jesús Moreno. En ese sentido, «los peores datos» de calidad del agua se localizaron entre la presa de Torrejón y el Salto del Gitano, una tramo de 1.500 metros del río Tajo en el corazón del parque. La Junta sigue recopilando información en ese expediente, en todo caso, para determinar si las circunstancias que se produjeron este verano solo afectaron de forma temporal a este espacio protegido o si por el contrario pueden haber causado una alteración a largo plazo en sus condiciones, «más allá de la mala calidad del agua detectada en el río» 

«No hay afecciones a especies pero no se puede repetir», afirma el director general de Sostenibilidad, Jesús Moreno

En su comparecencia, Jesús Moreno señaló que se registraron en esa zona «valores claramente peores que en otros años», con una fuerte presencia de cianobacterias y malos olores, así como valores altos de amonio (4,1 miligramos por litro en la presa y 1,2 en el puente del cardenal), «lo que supone una situación importante de falta de oxígeno característico de agua estancada con materia orgánica en descomposición», afirmó. Todos esos datos se han enviado a la CHT, que es la administración que tiene las competencias en materia de calidad del agua.

«Desembalses importantes» en Alcántara

Los desembalses en Alcántara en junio y julio tuvieron una incidencia directa en el «descenso significativo» que se produjo en esos meses en la cantidad de agua embalsada en Alcántara, según los datos que dio el director general de Sostenibilidad. Mientras los embalses de Torrejón y Tiétar se mantuvieron en los niveles de otros años (Torrejón al 93% de su capacidad, y Tiétar al 80% entre julio y septiembre), no ocurrió lo mismo en Alcántara. La acción de Iberdrola de junio y julio hizo que la cota cayera de 207 metros a 194. «La cota no se puede catalogar de excepcional , pero sí lo es que se alcance a finales de julio, fecha en que la cota media del embalse desde que se declaró el parque nacional es de 209 metros, 15 metros por encima de finales de julio», señaló el director general. Ese punto tan bajo se ha registrado otros años, pero en el mes de noviembre. 

Jesús Moreno defendió que aunque no tuvieran conocimiento previo de los desembalses, «no supone que no hayamos actuado», y se refirió a las reuniones con el Ministerio para la Transición Ecológica en las que reclamaron actuaciones «urgentes» y limitaciones a la discrecionalidad para turbinar.

El diputado del PP Bibiano Serrano afirmó que «no había que mirar para otro lado» ante los desembalses para reducir el precio de la electricidad en España, «que es de escándalo», y lamentó que al final los expedientes «van a quedar en nada». La diputada de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, reprochó que no se ha visto «el más mínimo gesto de condena» en el presidente de la Junta ante estos desembalses; y el diputado de Cs Óscar Baselga acusó al Ejecutivo de «dejación de funciones» y pidió la dimisión de la consejera.