La pandemia, indudablemente, ha sido un factor determinante para aumentar las esperas de aquellos que necesitan acceder a la sanidad pública, pero desde la Federación de Autismo de Extremadura (FAE) llevan ya tiempo detectando que las familias acuden a las asociaciones para que sus hijos reciban servicios de atención temprana, entre otros, sin un diagnóstico. «Se les da el servicio pero las pruebas diagnósticas no las llevan hechas y queremos que se hagan. Está habiendo retrasos en los diagnósticos», apunta el presidente de FAE, Rafael Hernández. Y esto, añade, creen que se produce desde que la Junta de Extremadura rescindió el convenio que venía firmando con la asociación Apnaba, por el cual era este colectivo con sus cualificados profesionales los que se dedican al diagnóstico del trastorno del espectro autista. 

En el 2012 ese servicio entró en la cartera pública, se plasmó en el Plan Integral del Autismo, pero «la realidad es que muchas familias lo están haciendo por lo privado porque no están recibiendo el servicio que creemos que es más adecuado. Hay que entender que las familias viven una situación muy angustiosa y necesitan certezas». Por eso, cuenta Hernández, en estos momentos están negociando con la administración la vuelta a ese convenio que permita un diagnóstico desde las propias entidades, que cuentan con profesionales con mucha experiencia y prestigio que les dan «garantías y tranquilidad a las familias de que ese diagnóstico va a cumplir una serie de requisitos y pruebas», apunta.

«En el SES hay muy buenos psicólogos, psiquiatras y neurólogos, pero entendemos que para hacer un diagnóstico eficaz hacen falta muchas horas de observación que creemos que los profesionales del SES no tienen ese tiempo porque los especialistas en salud mental precisamente tienen mucho más trabajo tras la pandemia», señala. Tampoco, dice, se vienen haciendo en la sanidad pública unas pruebas diagnósticas (unos determinados test) que para las familias son fundamentales. «Para la sanidad es una prueba complementaria, pero para nosotros son esenciales y no creemos que en el SES se puedan hacer». Hernández dice que los retrasos se aprecian especialmente en la provincia de Badajoz y el norte de Cáceres, «en la ciudad de Cáceres no existe ese problema porque hay un equipo de diagnóstico del SES que lo están haciendo».

Este asunto se abordó ayer en la Comisión de Sanidad de la Asamblea, donde la diputada popular Elena Nevado expuso la situación de retraso que rechazan desde el SES. El director general de Asistencia Sanitaria, Vicente Alonso, señaló que no existen retrasos: «independientemente de la complejidad del diagnóstico, que puede llegar antes o más tarde, la intervención nunca se pospone. Es decir, no existe un retraso en el tratamiento, puesto que cuando hay una sospecha de que un niño pueda tener un problema en su evolución o desarrollo, se pone en manos de atención temprana», dijo. 

Alonso se mostró abierto a la colaboración con las asociaciones de familiares, que esperan que prosperen las negociaciones con la Junta y les devuelvan el convenio que tenían antaño. «Para nosotros es importante recuperar esa parte del diagnóstico y luego ya le pasamos los resultados al SES para que sigan el proceso, pero el neurólogo o el psiquiatra ya tiene una base».