Las quinielas incluyen a Extremadura entre las candidatas para albergar la gigafactoría de baterías de litio que el grupo Volkswagen planea en suelo español. Si se materializará o no esa iniciativa es aún una incógnita, aunque la región lleva varios años en la carrera del vehículo eléctrico con uno de los proyectos mineros más avanzados en la península --para iniciar la extracción de la materia prima básica (el litio)-- y otros dos proyectos industriales de menor tamaño para fabricar celdas de batería y cátodos. La incógnita ahora se centra en la ubicación por la que se decantará el Grupo Volkswagen para instalar la gigafactoría que contempla en su plan de desarrollo para fabricar baterías y vehículos eléctricos en suelo español. Extremadura aparece ahí como una de las posibles aspirantes en un duelo con Sagunto (en Valencia) y en el que hay otros candidatos que tampoco han llegado a descartarse del todo, como Aragón. Si será o no uno de ellos, o cualquier otro, parece que aún tardará meses en resolverse. 

Desde el grupo Volkswagen señalan que están en pleno proceso de selección y que en el mismo se están evaluando «una variedad de premisas y factores para identificar las ubicaciones más adecuadas para el grupo y su red de producción». Subrayan, entre ellos, «requisitos tecnológicos, logísticos y económicos»; y entre estos últimos, también los incentivos públicos de los fondos Next Generation ligados al PERTE (las siglas de los proyectos estratégicos para la recuperación y la transformación económica) del vehículo eléctrico, que ascienden a 2.950 millones. El proyecto de Volkswagen se considera el de mayor impacto.

Impacto territorial del PERTE

La Junta de Extremadura lleva tiempo trabajando de forma discreta en atraer iniciativas ligadas a las renovables y al desarrollo de la cadena de valor del vehículo eléctrico y Volkswagen tiene el proyecto más codiciado. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se ha referido en distintas ocasiones con optimismo al futuro de la región ante el desarrollo de las energías renovables. Hay proyectos ya concretos como el centro nacional de almacenamiento energético que se instalará en Cáceres o los ligados a la explotación y comercialización del litio de Cañaveral, la fábrica de baterías de Badajoz o la planta de cátodos aún por ubicar. Vara fue el único presidente autonómico en primera fila en la presentación del PERTE del vehículo eléctrico el pasado mes de julio, y a él se dirigió precisamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al resaltar «el impacto territorial que se pretende otorgar a ese proyecto». 

Más allá del reciente debate en torno a la gigafactoría, Extremadura figura en la primera línea del desarrollo de la cadena de valor del vehículo eléctrico por albergar los principales yacimientos de litio que se conocen en la península, y entre los más importantes de Europa. A mediados del año 2019 Lithium Iberia (entonces Jesampa) empezó a gestionar el permiso de la antigua mina de Las Navas, en Cañaveral. Para entonces un informe de la Comisión Europea ya evidenciaba el interés por tomar las riendas de la economía emergente en torno al litio, ante la previsible expansión del mercado de los vehículos eléctricos.

Volkswagen señala que decidirá en base a criterios «tecnológicos, logísticos y económicos»

 Ese proyecto extractivo ha ido cuajando en los tres últimos años y en estos momentos se está tramitando ya el permiso de explotación, sobre el que la Junta de Extremadura debe pronunciarse a lo largo de este año, con la previsión de iniciar a lo largo del 2023 la actividad. Con ese horizonte, la empresa ha empezado a dar pasos en su estructura ejecutiva.

Precisamente ligados a este proyecto de Lithium Iberia se formularon las dos iniciativas que se han dado a conocer hasta el momento en suelo extremeño en torno al litio. Ambas están impulsados por la empresa Phi4tech, que está integrada también en el PERTE del vehículo eléctrico a través de su filial Mindcaps, especializada en fabricación de sistemas electroquímicos de almacenamiento energético. 

Baterías en Badajoz

El primero de esos proyectos industriales es la planta de celdas de baterías que se levantará en terrenos de la plataforma logística de Badajoz (ocupará 177.000 metros cuadrados), con una inversión de 400 millones y una previsión de crear 500 empleos cuando estén a pleno rendimiento los 10 GW que se proyectan inicialmente en la factoría, en cinco módulos de 2GW. 

Este proyecto está ahora mismo a la espera de obtener la licencia de obras en el Ayuntamiento de Badajoz para iniciar los trabajos de construcción, que en Phi4tech esperan que puedan arrancar en el primer semestre del 2022. La empresa mantiene la previsión de iniciar a lo largo del 2023 la producción de su modelo de celdas de baterías.

El segundo proyecto industrial es el de la planta de cátodos, aunque este está directamente condicionado por que salga adelante el permiso de explotación de la mina de Las Navas para extraer el litio que se transformaría ahí. La planta de cátodos se presentó como una ampliación del proyecto industrial que ya estaba previsto en Badajoz (los cátodos y los ánodos son los dos componentes esenciales de las celdas que luego crean los bloques de las baterías ), que se optó por sacarlo para aumentar su capacidad de producción ante la posible llegada de otros clientes. Aún no se ha dado a conocer, eso sí, la ubicación del proyecto más allá de que estaría en la provincia de Cáceres y que tendría una inversión de 140 millones y supondría la creación de 260 empleos. Las candidatas que han sonado con más fuerza son Casas de Millán, Arroyo de la Luz, Torrejoncillo, Aldea del Cano, Malpartida de Plasencia, Moraleja y Navalmoral de la Mata.  

Al margen del proyecto de Cañaveral hay otra iniciativa minera en la región, en la ciudad de Cáceres, impulsada por Infinity Lithium. Esta sigue en todo caso bloqueada por la oposición institucional y de parte de la ciudadanía, lo que ha llevado a la empresa a reformular su propuesta a cielo abierto por una mina en galería.