La Asociación Profesional de Matronas de Extremadura (Apmex) ha denunciado que el Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena separa a las embarazadas contagiadas de covid-19 de sus bebés tras el parto, una práctica «obsoleta» y que va en contra de los derechos de las madres y los niños.

No es la primera vez que los principios para un parto natural y respetado no se cumplen en Extremadura desde el estallido de la pandemia, pues ya a comienzos del pasado año el grupo Mujeres de Plasencia y alrededores por un parto respetado denunció que en la capital del Jerte se aplicaban cesáreas «por protocolo» a las embarazadas que habían dado positivo en covid. 

Con respecto al caso de Don Benito-Villanueva, el Servicio Extremeño de Salud (SES) explica que obedece a una situación puntual derivada de la «presión asistencial» que sufre el hospital, pero que ya se ha corregido habilitando una zona para poder cumplir con todas las garantías el protocolo para las madres positivas. Este protocolo, reconoce la consejería, «es para todas las áreas de salud» y establece que los progenitores están con los bebés sean positivos o no. 

El acompañante debe permanecer en la habitación y no puede entrar y salir. Cuando cojan al bebé, deben tener mascarilla e intentar mantener la cuna a una distancia de metro y medio cuando no se le esté atendiendo para darle de comer o cambiarle. «El caso de Don Benito ha sido por presión asistencial y la imposibilidad de aislar en la zona de obstetricia a los positivos», insisten fuentes de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. 

Las matronas explican que separar a bebés y mamás tras el alumbramiento aumenta el estrés postraumático y las hemorragias posparto, además de dificultar el inicio del vínculo del niño con su madre y la lactancia materna. En el bebé además, la separación precoz puede causar hipotermia, taquicardia y llanto. «Es una práctica obsoleta, en contra de los derechos de madres y niños y también en contra de la evidencia científica», aseguran desde Apmex.

También durante el parto

Al inicio de la crisis sanitaria, la Asociación Profesional de Matronas también denunció que en Extremadura se dejara de respetar el derecho de las mujeres a estar acompañadas en todo momento por una persona de su entorno a la hora de dar a luz. El colectivo alertó de la inseguridad que esto supone para las embarazadas y demandó un protocolo específico para unificar criterios en los hospitales de la región, ya que el acompañante se permitía o no en el paritorio e incluso la habitación a criterio del centro.

El problema, según Apmex, radica en que no hay medios suficientes para garantizar la seguridad, lo que está abocando a las profesionales a decidir entre respetar los principios del parto natural que defienden en los hospitales de Extremadura o los criterios de seguridad frente al covid-19.