El Defensor del Paciente recibió durante 2021 un total de 283 denuncias de negligencia medico-sanitarias en Extremadura, 18 de las cuales con el resultado de muerte. Respecto al 2020, la cifra se ha incrementado un 12%, con 34 casos más, pero a pesar de ellos esta asociación nacional señala que la región se ubica en la "zona tranquila" de la estadística de las negligencias médico-sanitarias en España.

Según señala, con esta cifra (164 en la provincia de Badajoz y 119 en la de Cáceres), es una de las comunidades autónomas en las que menos se han acrecentado los asuntos, ya que las cifras oscilan más o menos en los parámetros de años pasados puesto que si se hace la media de los últimos diez años resulta que en Extremadura se suele dar una media de 300 casos al año.

A nivel nacional, el defensor del paciente ha recibido un total de 13.156 denuncias por negligencias médicas (2.647 más que en 2020), lo que supone un aumento del 25%, de las que 628 fueron con resultado de muerte (100 más que un año antes).

Para el Defensor del Paciente, el principal problema de la sanidad regional es la lista de espera quirúrgica, que califica como "una de las peores" de todo el Sistena Nacional de Salud, y es la quinta comunidad autónoma en la que los pacientes esperan más tiempo para ser sometidos a intervención, con un período medio de 130 días, por encima de la media nacional, que se sitúa en 121 días. Además, es la región con más tasa de población en lista de espera para operarse, ya que un total de 21.924 extremeños se encuentran esperando a ser avisados para intervención y las especialidades que acumulan mayor volumen son Traumatología, Oftalmología y Cirugía General y de Digestivo. Las zonas que sufren las peores demoras son, por este orden, el área de Badajoz, el área de Mérida, la de Don Benito-Villanueva de la Serena y la de Llerena-Zafra.

El colectivo avisa del desgaste que está causando la pandemia al sistema sanitario y a sus profesionales en general, lo que "resulta complicado manenter la actividad del sistema dentro de los límites de normalidad". Y también observa "como se está produciendo el desmantelamiento sanitario en muchas zonas rurales", por lo echa en falta una política de contratación de profesionales sanitarios mucho más atractiva por parte del SES, porque "aparte de la falta de personal, la tónica general es la falta de previsión y la falta de reacción a tiempo ante la siguiente ola: contratos precarios, contratos temporales, falta de personal de enfermería y celadores, bajas sin cubrir, fuga de médicos, etc".