En una de sus citas médicas, Roger Ebert, el crítico de cine más popular de EEUU (fallecido en 2013 por un cáncer), salió de la consulta con la siguiente receta sanitaria: caminar. A partir de entonces, Ebert se recorría su ciudad cada día, Chicago, con la misma disciplina con la que tomaba sus medicinas. No es un caso aislado. Muchos facultativos prescriben a sus pacientes dar caminatas. No es una pseudoterapia. Es ciencia. Es salud.

Bruselas acaba de lanzar una campaña recordando a los ciudadanos que los pies están disponibles las 24 horas. Andar erguido sobre los dos pies es una habilidad humana única y Extremadura es un paraíso para la práctica del senderismo. Sus paisajes, dehesas, montañas y sierras, ríos y arroyos, su fauna y su flora. Sus coloridos y olores hacen de nuestra tierra un lugar privilegiado para los amantes del paseo sobre senderos naturales o en cualquiera de sus pueblos y urbes.

Por más que el dúo cómico Pantomima Full haya hecho uno de sus ácidos y divertidísimos vídeos burlándose de la gente que hace ejercicio simplemente caminando, pasear es sinónimo de bienestar físico y mental. El sedentarismo mata. Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda dar un mínimo de 10.000 pasos diarios, un paseo más o menos de hora y media. A pesar de que entraron en el mercado en los años 90, las pulseras y relojes de actividades digitales -podómetros- viven ahora un auténtico ‘boom’, como las aplicaciones del móvil que cuentan pasos.

La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial). Solo la superan la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en sangre (6%). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial. Estos son los alarmantes datos de la OMS, que insta a los ciudadanos a moverse para cuidar su salud. ¿Cuánto? Cómo mínimo 150 minutos a la semana de actividad física moderada o 75 minutos si se realiza de manera vigorosa.

Habla el médico

Con el teletrabajo instalado en muchos hogares y el miedo que todavía tienen muchísimas personas a entrar en un sitio cerrado como un gimnasio, ¿qué opción hay para practicar ejercicio? Caminar al aire libre. «Andar con regularidad reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Aminora los niveles de colesterol (malo), aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno) y mantiene la presión arterial bajo control. También disminuye los problemas de diabetes y obesidad. El movimiento es fundamental, es vida. Tu cuerpo no se puede convertir en un lastre. Caminar a paso rápido durante 45 o 60 minutos te ayuda a prevenir y controlar la presión arterial alta que puede causar accidentes cerebrovasculares. Pero andar es algo más que beneficios para nuestra salud física o mental», asegura con amabilidad al otro lado del teléfono Miguel Jiménez García, médico de familia en Torre de Santa María. 

El médico Miguel Jiménez. El Periódico

«Andar reduce las enfermedades cardíacas»

Miguel Jiménez - Médico extremeño

«El pasear nos lleva a un objetivo, a un rumbo fijo al que queremos llegar. Cuando estamos en este modo, nuestra mente suele fijarse ese único objetivo de caminar para llegar, pero cuando salimos de nuestros hogares, sin rumbo fijo, por el mero hecho de salir y andar, esta acción nos lleva a la de pasear. Algo muy necesario para buscar un diálogo interior si se hace solo, o para compartir conocimiento y vivencias de forma tranquila con algún acompañante», explica a este diario el doctor.

Caminata saludable

Basta con darse una vuelta por cualquier zona verde de Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Hervás, Miajadas, Badajoz, Mérida, Almendralejo, Villanueva de la Serena, Jerez de los Caballeros o Zafra para comprobar que un montón de caminantes llevan relojes con podómetro incorporado.

En numerosas oficinas donde se trabaja presencialmente, el descanso para comer va acompañado de una caminata saludable. Personas que antes estaban apuntadas a gimnasios actualmente contratan entrenadores para realizar ejercicio en parques y jardines de la región. «La actividad física es como un medicamento. No todo vale. Es recomendable acudir a un preparador físico cualificado para que prescriba un ejercicio adecuado a cada persona», concluye Jiménez.

Senderismo

Aunque no los aparente, Alfonso Gálvez tiene 55 años. Este amante de la fotografía y del senderismo sale a pasear todos los días con su mujer Nieves como mínimo 45 minutos. «Vuelvo con la cabeza despejada, con mucho mejor humor y me siento físicamente en forma. De hecho, cuando dejas unos días de ir lo notas muchísimo», señala con gran simpatía.

Senderistas en la localidad cacereña de Guijo de Santa Bárbara. Alfonso Gálvez

Vuelvo con la cabeza despejada, con mucho mejor humor y estoy en forma

Alfonso Gálvez - Senderista

Cada fin de semana que puede se acerca con su esposa y un grupo de amigos excursionistas de Tejeda de Tiétar a desarrollar dos de sus aficiones favoritas; caminar en plena naturaleza y capturar instantáneas. En las rutas nos encanta descubrir la belleza y la magia de Extremadura: senderos y veredas, que transcurren entre unas vistas espectaculares. Destaca el buen ambiente y se entablan bonitas amistades», señala.

Excursionistas en una de sus salidas por la sierra de Gredos. Alfonso Gálvez

Pasear junto al perro

Pablo Rodríguez es de los que creen que los médicos deberían recetar andar más de 10.000 pasos al día, en vez de tomar pastillas a la primera de cambio. A él no le hace falta contarlos, porque los supera a diario cada vez que sale a pasear junto a sus perros Carmen y Curro. Hechizado con sus border collie reconoce que «caminar es un acto de libertad. Me apasiona salir con ellos para aclarar mis ideas y reflexionar. Mientras paseo, el cuerpo y la mente pueden trabajar juntos; el pensar se convierte casi en un acto físico y se desconecta. Dicho en lenguaje materno, que ya se sabe que las madres son muy sabias: ‘Anda, vete a dar una vuelta y aclárate las ideas’».

Pablo Rodríguez junto a sus dos perros en la parte antigua cacereña. Silvia Sánchez Fernández

Huir del dúo que implica el coche y el trabajo y apostar por realizar trayectos a pie es una forma de cuidarse a sí mismo y cuidar la ciudad, hacer de las ciudades un espacio bastante más amable, reforzar a los vecinos como grupo humano.

Caminar es un acto de libertad. Me apasiona salir para aclarar mis ideas

Pablo Rodríguez - Cacereño que camina con su perro

«Apuesto por pasear, todo está más cerca de lo que parece», apostilla con una sonrisa Pablo Rodríguez, para quien parques y espacios al aire libre donde el riesgo de contagio es muchísimo menor se han convertido para este joven en los mejores compañeros de viaje de más de 10.000 pasos al día.