El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, viajará la próxima semana a Dubái para cerrar proyectos para la comunidad. "Estaré allí tres días, de lunes a miércoles, para intentar cerrar algunas cosas y buscar inversores para otras", ha asegurado esta mañana. Es parte de su agenda del mes de febrero, que a la vuelta de los Emiratos Árabes está repleta reuniones con responsables de diferentes "proyectos de inversión importantes" con inversores "que no vienen de cerca, sino algunos de muy lejos".

Así lo ha contado esta mañana para dar idea del momento que vive la comunidad. "Gracias al trabajo de mucha generaciones, la Extremadura de hoy no tiene nada que ver con la Extremadura que dependía de un solo proyecto. Tenemos muchos proyectos en marcha para lograr nuestros objetivos de manera evidente: conseguir que los extremeños puedan desarrollar un proyecto de vida de familia aquí". Durante la rueda de prensa ofrecida en Mérida, para valorar la sentencia del Supremo que obliga a demoler Isla de Valdecañas, el presidente extremeño ha enumerado algunos de esos proyectos a los que se fía el futuro de la comunidad.

"Tenemos centros logísticos, polígonos inteligentes como el CC Green de Cáceres que va a ser un antes y un después, va a haber una fábrica de baterías en Extremadura, una fábrica de cátodos, nuevas fábricas de cartón, una industria de semicondutores de diamantes, una fábrica de transformadores, más industria agroalimentaria porque se va inaugurar en los próximos meses un macromatadero, va a haber polígonos nuevos y mucho suelo industrial, hay más de 20 proyectos hoteleros, centros de ocio, centros de almacenamiento energético, fábrica de prefabricados... hay centenares de proyectos", ha señalado. El presidente también ha dejado claro que ninguno de los grandes proyectos industriales que están previstos para Extremadura, incluida la azucarera de Mérida, "está rechazado". Y también destacó que estos proyectos no están condicionados a la recepción de fondos europeos.

Por todo esto, aseguró, el futuro de Extremadura no depende de que el complejo Isla de Valdecañas siga en pie o no. "La sentencia es un traspiés, pero no un obstáculo insalvable para la región". A su juicio, el futuro de la comunidad depende de que cada día haya más suelo indusrial y de que disponga de proyectos "que no puedan ser nunca interpretables". De hecho, ha defendido, que si el Gobierno de España vuelve a abrir el debate sobre la deuda histórica tiene claro cual es la deuda con la región: "suelo industrial que no esté sometido a que tengamos que depender durante 15 años de sentencias judicial", dijo aludiendo al caso Isla de Valdecañas.