Aún no hay confirmación oficial, pero las familias que solían acoger a niños saharauis en Extremadura antes de que el covid gobernara la vida ya saben que este verano tendrá un sabor diferente. Tras dos años de parón por el virus, los menores podrán regresar a sus hogares de la región. Este sábado la Federación Sáhara Extremadura (Fedesaex) celebra una asamblea y en la misma se confirmará oficialmente que el programa Vacaciones en Paz se reactiva. Pero las familias con «hijos de acogida», así los consideran, ya celebran que en pocos meses, por fin, habrá reencuentro.

Aún no se sabe cuántos menores formarán parte del citado programa ni si habrá inevitablemente condiciones específicas a causa del virus, pero sí se conoce que el viaje desde los campamentos de Tinduf, en territorio de Argelia, hasta Extremadura será una realidad.

Emoción y miedo

Los pequeños, cuya edad oscila normalmente entre los 8 y los 12 años (aunque siempre hay excepciones) llegan con la mirada llena de emoción. Huyen de los 50 grados que se llegan a alcanzar durante los meses de julio y agosto en el desierto. 

Pero los primeros días muchos no pueden dejar de llorar y quieren volver con su familia. Todo es diferente: los olores, los sabores, dormir en un cama y no en el suelo... No conocen el idioma y hablan con gestos. Pero después empiezan a crear vínculos en su nuevo hogar y las relaciones son tan estrechas que se van de Extremadura sintiéndose parte de otra familia más, con la que es raro que rompan el contacto y a la que siempre quieren volver cuando llega el verano.

Hace más de 20 años 

El programa Vacaciones en Paz se realiza hace más de 20 años. Desde entonces, numerosos municipios de la comunidad autónoma reciben a niños saharauis gracias a un proyecto integrado por personas voluntarias de diferentes asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui pertenecientes a Fedesaex.

Lo cierto es que esta actividad no deja de ser una compensación del Estado por el abandono en 1975, a su suerte, de la que fue colonia española. Ese año Marruecos tomó militarmente estos territorios (la conocida Marcha Verde) y España no actuó. Como consecuencia, unos 150.000 saharauis se refugiaron en campamentos de Argelia.

En el Sáhara Occidental, incluidos los territorios liberados, y en los campamentos de Tindouf, de donde proceden este menores, sigue habiendo continuas violaciones de los derechos humanos.