El PP se ha abierto en canal como nunca. El estallido a nivel nacional con la guerra desatada entre el líder del partido, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, resuena con dureza en todas las comunidades. «Esto de Madrid no ha pasado nunca y es impredecible medir las consecuencias», expresan fuentes cercanas a la formación a nivel regional.

Lo cierto es que la inestabilidad que se respira en la sede de Génova ha provocado que el Congreso del PP en Extremadura, previsto para el fin de semana del 9 y 10 de abril, tenga que aplazarse. Ahora se calcula que hasta después de Semana Santa no tendrá lugar esta cita cuya objetivo último y fundamental es elegir al líder popular autonómico.

Dos nombres

Pero si ya de por sí esta elección arrancaba con cierta polémica por la rivalidad entre los dos candidatos que hay sobre la mesa, ahora la situación de Madrid empeora aún más el ambiente. «Hasta que no se solucione lo de allí no podemos hacer nada», expresan otras fuentes cercanas al partido. «Pero tampoco nos podemos demorar mucho porque ya vamos muy tarde para prepararnos de cara a las elecciones de 2023», añaden.

Hasta después de Semana Santa no tendrá lugar esta cita cuya objetivo es elegir al líder popular autonómico

El principal problema en Extremadura es que desde Génova se quiere apostar por un candidato de consenso, pero quieren que ese nombre de consenso sea María Guardiola, actualmente concejala en el ayuntamiento de Cáceres. Guardiola cuenta con el apoyo de las dos direcciones provinciales del partido (Cáceres y Badajoz).

Y, por otra parte, existe otra candidatura, la de Fernando Pizarro, alcalde de Plasencia. Entre sus avales, haber ganado las tres últimas elecciones municipales con mayoría absoluta. 

Quienes defienden la opción de Pizarro aseguran que cuenta con gran apoyo por parte de la militancia. Pero no es el nombre que se quiere impulsar desde Madrid.

Captación de nuevos militantes

De hecho, en las últimas semanas tanto la dirección provincial de Cáceres (liderada por Laureano León) como la de Badajoz (con Manuel Naharro al frente) han desarrollado una campaña de captación de militantes para ampliar el número de socios. Los estatutos del partido dicen que todos ellos podrían participar en la votación en caso de un proceso de primarias siempre y cuando tengan al día sus cuotas. Es el único requisito que se pide.

Pero es precisamente ese proceso de primarias el que se quiere evitar para «no dañar aún más la imagen del partido», expresan las fuentes consultadas. 

Elegir entre dos candidatos se presupone la opción más democrática dentro de una formación, pero el ambiente que se genera casi nunca resulta beneficioso.

De momento, tanto Pizarro como Guardiola siguen en la carrera hacia el poder extremeño del PP.