Unicaja Banco tiene previsto el cierre definitivo de 26 oficinas de su red extremeña dentro de la primera fase del plan de ajuste que puso en marcha el banco tras la absorción de Liberbank. En todo el país son algo más de 140 las sucursales que entrarían en esta etapa inicial de lo que denomina “proceso de optimización de la red integrada de oficinas”. Según apuntan fuentes sindicales a EL PERIÓDICO EXTREMADURA, la fecha fijada por la entidad bancaria para las clausuras llegará en apenas un mes, el próximo 18 de marzo. Poco después, en abril, se produciría el cese de actividad en un número similar de sucursales, agregaron.

En el caso extremeño, todas las oficinas que dejarán de prestar servicio proceden de la red de Liberbank, entidad que integró a Caja Extremadura. Siete de ellas son ‘ventanillas desplazadas’, en las que empleados del banco han venido prestando servicio a los vecinos uno o dos días a la semana. 17 están ubicadas en la provincia de Cáceres y nueve en la de Badajoz. Son estas:  

Aldeacentenera, Montánchez, Plasenzuela, Baños de Montemayor, Cilleros, Villanueva de la Sierra, La Garganta, Palomero, El Batán, Portaje, Santibáñez el Alto, Cerezo, Gargantilla, Almaraz, Orellana la Vieja, Castilblanco, Navalvillar de Pela, La Zarza, Escurial, Zalamea de la Serena, Arroyo de San Serván, Arroyomolinos, Peñalsordo, Villarta de los Montes, Pizarro y Torremayor. 

En el último trimestre del año pasado, Unicaja Banco planteó la salida de algo más de 1.500 de sus trabajadores mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y el cierre de casi 400 oficinas (un 28% del total) dentro del proceso de restructuración que siguió a la fusión con Liberbank. Cáceres es la provincia española más afectada, con la pérdida de 62 sucursales, mientras que en Badajoz su intención es cerrar otras 16.

En cuanto a la cifra de peticiones de adhesión voluntaria al ERE de Unicaja Banco recibidas en Extremadura y cuántas de ellas han sido aceptadas, fuentes del banco indican que se trata de datos que “no son públicos”.