A los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado les parece «preocupante» el incremento de las agresiones sexuales que se ha producido en Extremadura en 2021, que ha sido del 85,7% respecto al año anterior. De 14 delitos contra la libertad sexual que se produjeron en 2020, pasaron a 26 el año pasado, según informó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, que compareció para presentar el balance de criminalidad, acompañada del nuevo jefe superior de la Policía Nacional, Alfredo Garrido, y José Luis Gómez Salinero, que es general de la Zona de la Guardia Civil.

La delegada hizo un llamamiento a la población en el sentido de que en delitos contra la libertad sexual se debe trabajar de forma coordinada, «no es posible solo con la actuación policial y de las instituciones», defendió García Seco, pues si bien en su opinión hay recursos suficientes para atender a las víctimas, hace falta concienciación ciudadana para mostrar un «rechazo frontal» a este tipo de agresiones contra las que hay que mantener «tolerancia cero».

Este dato se incluye en el apartado de delitos contra las personas, que incluye homicidios, lesiones y malos tratos, una tipología delictiva en la que se ha producido un incremento del 10,9%. Llama la atención el repunte en los malos tratos en el ámbito familiar, que abarca la violencia de género y que han sufrido una subida del 7,6%, de forma que el año pasado hubo 1.457, que son 103 más que en 2020, 19 por encima del 2019.

En cuanto a los homicidios se contabilizaron 8 consumados en 2020 y, el año pasado, 4 : dos hermanos de Los Santos de Maimona el 7 de mayo, un joven apuñalado en Miajadas el 3 de diciembre y, el día 10 de ese mismo mes en Villarta de los Montes dispararon a un hombre que realizaba labores agrícolas. Respecto a este caso, Gómez Salinero reconoció que aún no se ha resuelto ni hay detenidos, aunque la Guardia Civil mantiene varias líneas de investigación abiertas que confía que conduzcan a su esclarecimiento. 

A pesar de estos datos hay otros que invitan al optimismo. Extremadura se mantiene como «la comunidad más segura de España» y refuerza su tendencia a la baja de los últimos años. Así, las infracciones se han incrementado un 8,9% respeto a 2020, año que no computa a efectos estadísticos debido al confinamiento, pero descienden un 1,2% respecto a 2019.

La tasa de criminalidad se sitúa en 2021 en 25,7 delitos por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de la media nacional, que está en 41,4. Los datos del año pasado constatan la tendencia del incremento de las estafas, la mayoría relacionadas con las compras online. En 2021 se cuantificaron 5.574, que representan un 21,1% de los delitos conocidos. A pesar de que su esclarecimiento ha subido en más de un 105%, desde las fuerzas de seguridad se hace un llamamiento a la implicación de los ciudadanos para que extremen las precauciones cuando navegan por la red o realizan compras en internet. Alertan de que tanto las estafas online como los malos tratos son delitos que se producen en el ámbito íntimo, por lo que es fundamental presentar denuncia para poder proteger a las víctimas.

El 66% de los delitos cometidos el año pasado en Extremadura fueron contra el patrimonio (17.870). La mayor parte son hurtos (4.820), que han subido un 14%, aunque si se comparan con los ocurridos en 2019, el descenso es del 26,6%. En el balance de criminalidad se hace hincapié en que la bajada de los robos y hurtos tiene que ver con el incremento de las plantillas tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil en la región y los dispositivos de prevención. García Seco comentó que entre 2011 y 2017 se perdieron en la región 402 plazas y a finales de 2021 están ya cubiertas 256, que representan el 63% de las que se eliminaron.