“Que caiga sobre ellos todo el peso de la ley”. El portavoz de la Junta de Extremadura, Juan Antonio González, ha mostrado su “repulsa y condena” a los altercados que un grupo de agricultores “violentos” volvieron a protagonizar este martes en Don Benito en sendas protestas que según el Ejecutivo, “ni siquiera estaban autorizadas”.

Por ello, insta a la Delegación del Gobierno a tomar medidas contra estas personas que “no representan a una mayoría, pero que dañan seriamente la imagen de los profesionales del sector agrario”. “Que actúe (la Delegación) como tenga que actuar”, ha señalado González este miércoles en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

La protesta estaba convocada por la plataforma En Defensa de Nuestro Campo, que aglutina entre otros colectivos a Apag, Asaja, La Unión, La Asociación del Sector Primario de Extremadura (Aseprex) y la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva y Comarca (Agryga). Por la mañana los manifestantes cortaron el tráfico con tractores en el cruce de la N-430 con la Ex - A2, que une Don Benito y Miajadas, y por la tarde se dieron cita en la plaza de España de Don Benito para coincidir con la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Recibieron al jefe del Ejecutivo con insultos y abucheos y durante algunos momentos se vivieron momentos de tensión ya que, al igual que en otras ocasiones, intentaron romper el cordón policial, tumbando incluso las vallas de seguridad y dando algunos empujones a los efectivos de seguridad allí congregados.

Protestas sin autorización

González ha reiterado este miércoles el apoyo y “respaldo” de la Junta de Extremadura a las reivindicaciones del sector, cuya situación se agrava con la sequía y el encarecimiento de los costes de producción. Insiste en que desde la Administración se trabaja para dar una respuesta a estos problemas, pero condena enérgicamente la “violencia”. “Cuando se pierden las formas se pierde la razón, y ayer unos violentos perdieron la razón y ejercieron la violencia contra los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”, ha señalado. Según González, ni el corte de la carretera ni la protesta posterior en Don Benito contaban con la autorización de la Delegación del Gobierno y se ha preguntado qué hubiera pasado si ocurre un accidente.

González ha explicado que “hay vídeos y pruebas fehacientes” de que los manifestantes no cumplieron con la legalidad, y por ello desde la Junta piden a la Delegación del Gobierno que actúe con contundencia. “Que todo el peso de la ley caiga sobre ellos, porque de no ser así estaríamos dando muy mal ejemplo”, ha señalado. "El odio y los insultos no caben en democracia y aquellos que quieran representar a los agricultores siempre lo tienen que hacer desde el respeto y el Estado de derecho”, concluye.

El subdelegado del Gobierno en la provincia de Badajoz, Francisco Mendoza, ha confirmado que se llevará a cabo una investigación y la apertura de expedientes para "derivar responsabilidades de cualquier tipo, administrativas, penales o de otro orden”.

En un acto en Badajoz, Mendoza ha considerado que la actuación policial fue "modesta y muy paciente" pese al comportamiento "agresivo y violento" de los manifestantes. Entre ellos representantes de algunas organizaciones agrarias, si bien desconociendo en este caso si era "a título particular o en nombre de su entidad". El subdelegado asegura que los agentes tuvieron que emplearse a fondo para contener esas actitudes "agresivas" de forma pacífica y no causar una mayor alteración del orden público.

Una "primavera caliente"

Desde las organizaciones convocantes hablan de una respuesta policial “desproporcionada”. El presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, avisa que no les van a callar “ni con la amenaza de sanciones económicas ni con palos”. Advierte que las protestas seguirán y augura “una primavera caliente” en el campo extremeño.

A su juicio la Delegación del Gobierno ha intentado amedrentar a los agricultores con multas por la protesta de Don Benito y después de que Pedro Sánchez "utilizara" a la Policía Nacional como “guardia pretoriana”, que "la ha emprendido a palos con gente trabajadora, que solo hace lo que ha aprendido durante toda su vida, como es luchar en el campo".

"Si el superpresidente no quiere escuchar los problemas de los ciudadanos, lo que debe hacer es quedarse encerrado en su despacho. No se pueden blindar las calles porque no quiera escuchar a los ciudadanos", ha dicho en unas declaraciones recogidas por Efe.

En la misma línea se ha expresado la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo, que ha pedido incluso la dimisión de la Delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, por la “execrable, brutal e inhumana” carga policial de este pasado martes. En un comunicado, el colectivo considera que la actuación de la policía fue más propia de "dictaduras bolivarianas" que del siglo XXI, ya que “blinda al gobernante para protegerlo de sus ciudadanos en lugar de escucharlos y atender sus reivindicaciones”. Se plantean pedir la cancelación de la feria agroalimentaria Agroexpo hasta que el Gobierno se siente a escuchar los problemas del sector en Extremadura.

Vara anima a las organizaciones agrarias a "reconducir" sus comportamientos

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha animado a las organizaciones agrarias que participaron en las protestas del martes en Don Benito y la N-430 a «reconducir» sus comportamientos. «Con la violencia y los insultos se pierde toda la razón», ha dicho este miércoles a preguntas de los medios.

El jefe del Ejecutivo reconoce que agricultores y ganaderos tienen sobradas razones para manifestarse, pero a su juicio «alguien debería hacer algo para intentar reconducir esos comportamientos». «No conducen a nada, además en un país y en una región donde estamos siempre abiertos al dialogo», ha afirmado. En este sentido, recuerda que hace cuatro días clausuró el congreso de una organización agraria «donde cada uno se expresa y ejerce la crítica con absoluta libertad y dice lo que le parece y, además, hay órganos donde poderlo decir y participar».

Por ello, ha considerado que lo de este martes ha sido un «paso más» en una espiral que no conduce a ninguna parte, por lo que bien haría alguien «en intentar pararla».