Siempre ha sido muy «machacona» con los estudios. «Mis padres me decían que me esforzara hasta donde yo llegara, sin presión. Pero yo me la imponía a mí misma», cuenta Áurea Macías Arjonilla, de 22 años. Y su esfuerzo, su tesón y su luz han dado los resultados que para nada esperaba: ha logrado la tercera mejor nota de España en el examen de Enfermero Interno Residente, conocido como EIR, de entre casi 8.000 aspirantes. Los resultados provisionales se publicaron el miércoles. Es una prueba exigente (se realizó el pasado 29 de enero), con pocas plazas (1.822 en toda España) y mucha competencia en todo el país.

Y ha salido más que victoriosa. «La verdad es que estoy sorprendida y muy contenta. Se me había dado bien, pero no esperaba este resultado tan alto», señala la joven de Calamonte (Badajoz).

Su buena posición le permitirá quedarse en Extremadura, su primera opción siempre, para realizar la especialidad aunque podría elegir cualquier rincón del país. «Me gusta mucho mi tierra, siempre he estudiado aquí y quiero estar cerca de mi familia».

De hecho, tras terminar los estudios en el IES Ruta de la Plata de Calamonte, cursó Enfermería en la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura. «No tenía una vocación clara. Quería hacer algo de la rama de la salud y con mis buenas notas (sacó un 12,35 en la EBAU) todo el mundo me decía que hiciera Medicina, pero a mí no me acababa de llenar del todo, así que decidí probar con Enfermería y acerté. Me gusta mucho y me llena, es una profesión muy humanitaria y no me arrepiento». 

Cuando terminó la carrera, volvieron las dudas sobre qué hacer: «pensé en ponerme a trabajar, pero decidí apostar por intentar la especialidad». Y lo que sí tiene claro es que se decantará por Enfermería Familiar y Comunitaria. «Es la que más me llama la atención porque la veo más completa y toca de todo».  

«La sanidad pública y sus profesionales tienen gran calidad, aunque a veces no se sepa apreciar»

Las notas definitivas se publicarán la próxima semana y el inicio de su formación aún no tiene fecha, pero se prevé en torno a mayo o junio. Mientras, disfrutará de un merecido descanso tras unos meses duros de estudio. «La verdad es que he estudiado bastante para el EIR desde que terminé la carrera en junio. Es un examen muy exigente y difícil, al que se presenta mucha gente y he tenido la suerte de que he podido centrarme todos estos meses solo en estudiar. Por las mañanas lo hacía de 10 a 14 y por las tardes de 17 a 21 y, aunque hay que tomarse un día a la semana para descansar, había veces que no me lo permitía porque siempre me quedaba algo por terminar. La verdad que al final llegué saturada», reconoce.

Sobre su profesión admite que aún hay mucho por mejorar, como por ejemplo, crear en el SES bolsas de trabajo de la especialidad a la que aspira, pero valora la «gran calidad» del sistema sanitario público extremeño y de sus profesionales «aunque a veces no se sepa apreciar», lamenta. «Durante el covid se ha vivido mucha presión y creo que lo hemos manejado bastante bien. Me tocó vivirlo durante las prácticas y la profesión se supo adaptar muy bien». Y esas son algunas de las razones por las que quiere desempeñar su carrera dentro del SES. «La verdad es que no me gustaría tener que irme, aunque cuando acabe la especialidad veré las posibilidades que tengo aquí».

De momento, Áurea se muestra muy ilusionada con esta nueva etapa, en la que además se va a independizar. «Ahora voy a preparar mi nueva casa y cuando empiece la especialidad voy a absorber todo lo que pueda. Tengo muchas ganas de aprender».