Hoy no se entendería hablar de COPTOEX sin traer a la memoria a la Asociación Extremeña de Terapeutas Ocupacionales (AEXTO) que se fundó allá por los años 90. Un primer conato que prendió con fuerza a partir del nuevo milenio y que despegó sin posibilidad de retorno con la llegada de los primeros estudiantes egresados de la Diplomatura de Terapia Ocupacional (actual Grado) que se implantó en la Universidad de Extremadura en el año 1998, en la otrora Escuela Universitaria de Enfermería y Terapia Ocupacional de Cáceres. Se convirtió en la quinta universidad española en incluir los estudios de Terapia Ocupacional. Curiosamente la asociación fue antes que la titulación.

AEXTO surgió con la idea de fortalecer la profesión en Extremadura y, de algún día, dar el testigo al Colegio Profesional de Terapeutas Ocupacionales. Y así fue. AEXTO se convirtió en la precuela perfecta de COPTOEX.

Desde aquel año 2007, cuando se aprobaron por primera vez los estatutos del Colegio Profesional, hasta el presente, hemos sido testigos de numerosos hitos que han engrandecido y consolidado el desarrollo de la profesión en Extremadura. Somos historia de una disciplina a la que hemos visto crecer y madurar día a día, con humildad, pero sin pudor ni complejos. A lo largo de estos años también hemos llorado nuestras derrotas, nos hemos repuesto y hemos seguido adelante porque, en definitiva, solo se trata de hacer: “Somos lo que hacemos”, nos repetimos siempre como mantra ocupacional.

Junta. Miembros de la actual junta de gobierno del COPTOEX. EL PERIÓDICO

Con un colegio dando sus primeros pasos y todo lo que ello supuso en su forma intangible (burocracia y gestiones, muchas gestiones) no se descuidaron las responsabilidades. Se siguieron llevando a cabo iniciativas formativas y de visibilidad: las Jornadas sobre cooperación al desarrollo con colectivos de personas con discapacidad, las jornadas de dependencia y Terapia Ocupacional. Se apostó de manera decidida por el papel institucional y nos dimos a conocer ante los organismos públicos de referencia, a dejar constancia de la necesidad de mejora. También se firmaron acuerdos de colaboración y se afianzaron los anuales encuentros extremeños de terapeutas ocupacionales, etcétera.

Los años, y la consiguiente experiencia, nos han permitido recoger frutos que nada tienen de casual. Llegaron las primeras oposiciones, se reconvierte la figura de animador sociocultural de los centros residenciales, se crea la categoría profesional en las instituciones del SES, la bolsa de trabajo, la opción de opositar al cuerpo de enseñanza secundaria, etc. Hemos creado sinergias con la Universidad gracias a lo cual dos Congresos Nacionales de Estudiantes de Terapia Ocupacional se han celebrado en Cáceres a lo largo de esta última década.

Llegaba el turno de crecer, casi por imperativo legal, porque la colegiación lo hacía. En el 2012 COPTOEX fija su sede física en Cáceres. Abre las puertas, en el céntrico número 4 de la Calle Viena de Cáceres, la sede colegial. Por primera vez los terapeutas ocupacionales tienen un espacio físico; un lugar donde hacer y ser hogar. Se incorpora un técnico administrativo para mejorar la atención colegial y achicar trabajo a la junta de gobierno.

A este colegio se le pueden reprochar muchas cosas, no lo dudamos, pero no su valentía y arrojo, casi temeridad, no en vano mantenemos ese cariz adolescente que otorga la quincena. COPTOEX fue pionero en lanzar una convocatoria de ayudas de investigación para todos los terapeutas ocupacionales españoles, ayudas que hoy se han consolidado y gozan de más salud que nunca. COPTOEX jugó un papel determinante en la creación del Consejo General de Colegios Profesionales de Terapeutas Ocupacionales de España asumiendo la presidencia de la comisión gestora y que finalmente culminaría su proceso de creación en el año 2019.

Como cualquier momento conmemorativo también es tiempo de reflexionar. La colegiación ha crecido, siendo uno de los colegios más numerosos de toda España, 711 Terapeutas Ocupacionales formamos el colectivo actualmente. Sin embargo, las Juntas de Gobiernos son exiguas y ningún año ha habido una concurrencia competitiva a las elecciones de la misma. Este es uno de los deberes pendientes del colectivo, entender que todos somos parte del mismo y que la implicación de todos es necesaria para poder seguir prosperando. Tras muchos años de dedicación, de sacrificios personales y con una pandemia que nos ha llevado al límite, hay síntomas de agotamiento. Pero seguiremos haciendo, y lo seguiremos haciendo lo mejor que sabemos y hemos aprendido. Aun cuando cometamos errores y toque rectificar.

Camino por delante

El camino que nos queda por delante no es sencillo ni trivial. Buscar el reconocimiento de la profesión, el respeto a nuestros profesionales y al propio COPTOEX. Reclamar sin descanso y con fundamentos la incorporación de Terapeutas Ocupacionales en el Servicio Extremeño de Salud y otros ámbitos aún sin cobertura. Esforzarnos por mantener una actitud crítica y de denuncia comunitaria, así como hacia nosotros mismo para poder seguir madurando, para seguir siendo un organismo donde los terapeutas ocupacionales extremeños se sientan identificados. Luchar contra la lacra que supone el intrusismo profesional. En definitiva, hay material para otros 15 años más y lo que surja.

No terminaremos sin decir que la historia no se escribe sola. La historia tiene nombres y apellidos. Y esta, en particular, tiene muchos. Soraya, Pablo, Ana, Gloria, Rosa, Angélica, Óliver, Nines, Virginia, Rafa, Rocío, Juanpe, Pablo, Alberto... y así una lista interminable.Gracias a todas las personas que habéis y hacéis posible COPTOEX.