¿Cómo ha sido el impacto de la covid-19 en los dentistas?

La llegada de la pandemia por la covid-19 ha generado una crisis sanitaria mundial, jamás vivida por la sociedad actual, afectando a todos los sectores siendo nuestro ámbito, el dental, uno de los de mayor riesgo de contraer la infección: trabajamos a muy corta distancia del paciente, y éste sin ningún tipo de barrera mascarilla, en la boca y generando aerosoles, que es el medio idóneo para transportar el virus. A pesar de todo lo anterior, los dentistas se han adaptado y han continuado atendiendo a sus pacientes en todo momento con los mayores niveles de prevención en sus consultas para proteger a los pacientes, personal de las clínicas y a ellos mismos. A nivel profesional hemos vivido momentos muy difíciles de extraordinaria incertidumbre, a pesar de ser un servicio esencial no se nos tuvo en cuenta por parte de las autoridades competentes, permanecíamos abiertos o cerrábamos durante el confinamiento, finalmente atendimos exclusivamente urgencias, falta de material de protección (que donamos a Sanidad Pública), dudas sobre si nos podíamos acoger a los ERTE… El miedo al contagio de los pacientes y la crisis económica generada han disminuido de forma muy considerable la demanda de asistencia, con un impacto económico negativo, que en algunos casos ha llegado a la pérdida de trabajo de muchos compañeros. Los profesionales de la odontología extremeña, aún siendo conscientes de los riesgos, han demostrado una extraordinaria responsabilidad atendiendo en todo momento a sus pacientes, con las mayores garantías de protección.

¿A qué llaman intrusismo y qué consecuencias tiene para la población?

El intrusismo profesional es la realización de actos propios de una profesión sin contar con el adecuado título académico de acuerdo con la legislación vigente. Desde los Colegios de Dentistas venimos denunciando desde hace años, y seguiremos haciéndolo, todos aquellos casos de los que tenemos constancia, en los que una persona no autorizada legalmente, se encuentre realizando actos propios de la profesión de dentista. Y lo hacemos porque así nos lo exige la ley, además de por pleno convencimiento de los graves riesgos que estas prácticas pueden entrañar para los ciudadanos. Una persona sin autorización legal para ejercer una profesión sanitaria es un peligro para la salud de la comunidad. Los riesgos van desde la posibilidad de contraer una infección (como hepatitis, SIDA), hemorragias, falsos diagnósticos, tratamientos inadecuados, desarrollo de patologías (cáncer oral, problemas de la articulación témpor mandibular) o incluso en algunos casos la muerte del paciente. Tras tener el Colegio conocimiento de una conducta supuestamente intrusa, nuestros servicios jurídicos se encargan de inmediato de elaborar la correspondiente denuncia y de personarse como acusación particular en la causa judicial que se abra. 

Desde el Colegio invitamos a los ciudadanos a que pongan en nuestro conocimiento cualquier conducta que pudiera ser constitutiva de intrusismo.

¿Por qué reclaman mayor control y regulación de la publicidad sanitaria? ¿A quién beneficia esta regulación?

La salud es un estado de bienestar físico, mental y social que nos va a permitir realizar las actividades de la vida cotidiana de forma óptima. La salud hay que cuidarla, preservarla, protegerla, vigilarla, velar por ella pero no venderla y mercadear con ella como si de un bien de consumo se tratase. No se trata de incentivar el consumo de los servicios sanitarios, incluidos obviamente los servicios bucodentales, sino de promover una salud oral óptima y de calidad en la ciudadanía. Es fundamental que se regule la publicidad sanitaria para evitar que se pueda producir un deterioro de los niveles de salud, como consecuencia de un consumo inadecuado derivado de una publicidad sanitaria engañosa. En la mayoría de países europeos, la publicidad sanitaria está prohibida o al menos muy severamente regulada. Es evidente que una correcta regulación de la publicidad sanitaria a quién beneficia de manera prioritaria es a la población. Los ciudadanos tienen derecho a disponer de una información ética, verídica exenta de aspectos mercantiles, cuando se les habla de salud.

Los Colegios Profesionales de Dentistas tenemos por ley la obligación de defender la salud oral de nuestra población. Por eso lo denunciamos y lo reclamamos constantemente y en todos los foros. En el caso de Extremadura, al contrario que en otras Comunidades Autónomas, no contamos con una Ley de Publicidad Sanitaria. Es cierto que hace unos años se redactó un proyecto de ley en cuyo articulado nuestro Colegio intervino muy activamente. Desgraciadamente ese proyecto se encuentra parado en la actualidad. Confiemos en que no tenga que producirse una desgracia como consecuencia de la falta de regulación para que tenga que reactivarse la aprobación de esa Ley. 

¿Qué recomendaciones dan a la población para mantener una buena salud bucodental?

El 56% de la población que no acude al dentista lo hace por pensar que no tiene problemas dentales. Las enfermedades de nuestra boca y dientes se inician y evolucionan de forma silenciosa durante largo tiempo y cuando aparecen los primeros síntomas (como el dolor), los procesos están ya tan avanzados que necesitan tratamientos agresivos y complejos. Por ello es fundamental, al menos, una revisión al año con el objetivo de detectar esas enfermedades en fases iniciales y abordarlas con tratamientos más conservadores y si es posible mínimamente invasivos. Como bien dice la sabiduría popular “más vale prevenir que curar”.