Meses atrás el principal problema para el sector hostelero extremeño era la pandemia de coronavirus y sus medidas restrictivas, sin embargo, en la actualidad las cartas han cambiado y a la crisis sanitaria se suma la progresiva subida de precios, de ahí que esté en el punto de mira. La inflación, que está afectando directamente al coste de las materias primas, y el aumento descontrolado de la factura de la luz están golpeando de lleno a la hostelería, que no sale de una para meterse en otra. Según los datos de un informe publicado el pasado mes de diciembre por el Banco de España, el 44% de las empresas preveía subir precios en el primer trimestre de 2022 y cerca del 60% lo hará a lo largo de este año por el incremento de los costes.

Cabe destacar que, por ahora, en los establecimientos de Extremadura no se está aplicando una subida de precios en la comida y bebida que ofrecen de manera generalizada, ya que en muchos casos prefieren hacer encaje de bolillos para cuadrar la cuenta de resultados sin tener que tomar una medida que podría acarrear la pérdida de clientes. En los negocios que ya están repercutiendo el aumento de los costes en el precio final que pagan los consumidores, la subida de precios no supera el 10%. Lo que sí hay que tener en cuenta es que si la situación no varía, buena parte de la hostelería extremeña tendrá que tomar esta decisión, y en esto sí que coinciden todos los hosteleros consultados.

«Todo ha subido y no nos ha quedado más remedio que subir precios por el aumento de costes directos como las materias primas, la electricidad o el gas. La subida siempre se hace dentro de un margen, de la forma más discreta posible, porque si subimos mucho los precios los clientes dejan de venir», sostiene el presidente de la Plataforma de Hosteleros de Badajoz, José María Pérez. «En la mayoría de los casos que conozco, se ha hecho un estudio más o menos detallado y es cierto que al final la subida depende del producto que ofrezca cada uno, pero en líneas generales ronda el 10%», apunta. 

El hostelero considera que la factura de la luz ha tenido que subir alrededor de un 30% de media: «Hay que tener en cuenta que no podemos sectorizar el uso de muchos equipamientos como las cámaras frigoríficas, el aire acondicionado y la calefacción». «Ahora encima nos viene la subida del gas que también va a ser curiosa. Lo miremos por donde lo miremos, la situación está muy difícil», lamenta Pérez. 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Extremadura (Setex), Antonio Martínez, explica que algunos establecimientos comenzaron a subir los precios después de finalizar la temporada navideña, mientras que otros se lo están pensando y «el que no lo ha hecho ya es por miedo a perder a los clientes, así que están despidiendo a gente». «La caña y el café pueden estar subiendo entre cinco y 10 céntimos», señala Martínez, quien subraya que «si el precio de las materias primas sube, tú tienes que subir los precios». «La factura de la luz ha podido subir más de un 100% en muchos casos», afirma. 

El presidente de Setex destaca que en los pueblos no se puede aplicar una subida de precios al igual que en las ciudades, porque «si pones una cerveza al precio de una ciudad, no va la gente». «No sé si habrá que subir más los precios en general, lo que está claro es que, por ejemplo, quien trabaje en logística y tenga un almacén con cervezas, refrescos y congelados también tiene que subir precios y al final repercute a todo el sector», añade. 

Fidelizar a los clientes

En un sentido opuesto se expresa Paulino Álvarez, presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mérida (Abacare): «Hoy por hoy no ha habido un incremento de precios de manera generalizada, al menos en Mérida, que suponga un cambio importante en la carta de los restaurantes, ya que el menú ejecutivo se mantiene entre los 12 y 15 euros de media, y el precio de los platos tampoco ha subido». 

«El que vende desayunos no va a subir los precios si los establecimiento de alrededor no los suben porque no quiere perder cuota de ventas. Lo que queremos después de la pandemia es fidelizar a los clientes», manifiesta. En esta línea, sostiene que sí «se están retocando los precios» de algunas materias primas, sin embargo, los hosteleros prefieren mantener los precios de la carta para no perder cuota de mercado. Pese a ello, advierte que si la situación se mantiene, es «posible que de cara a la Semana Santa sí haya algún tipo de subida».

«Ya son muchos los hosteleros que se están dando cuenta que están subiendo los precios de proveedores, energía y materias primas, así que creo que va a haber subida de precios y se van a tomar medidas para actualizar los precios. Es algo que se les está pasando por la cabeza a la gran mayoría de los hosteleros, pero no creo que a día de hoy ya los estén subiendo», afirma el presidente de la Federación Extremeña de Bares y Restaurantes (Fexbares), José Parodi. «Ha subido la carne, la energía, los refrescos y todo en general, con lo cual la hostelería tendrá que equiparar la subida con los precios de venta a los clientes», subraya.