Menos bullying pero más conflictividad en las aulas extremeñas. Las denuncias por acoso escolar han caído en Extremadura un 62% en los últimos dos cursos, un periodo en el que sin embargo se observa un mayor número de alumnos con comportamientos contrarios a las normas de convivencia. De hecho, más de 6.600, en su mayoría de Secundaria, registraron el año pasado conductas que se consideran «muy graves», entre ellas injurias y ofensas a sus compañeros o los propios docentes, o la incitación a la violencia. 

Son datos que se pusieron ayer de manifiesto en el Pleno del Observatorio de la Convivencia Escolar de Extremadura, que se reunió de manera telemática para analizar el informe sobre convivencia escolar del curso 2020-2021 elaborado por la Inspección Educativa con la participación de 712 centros de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. 

Según explicó la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, el año pasado se registraron en Extremadura un total de 46 denuncias por acoso escolar, de las que finalmente seis se constataron como casos de abuso, dos de ellos bajo la modalidad de ciberacoso

La cifra de denuncias cae un 62% respecto al curso 2018-2019 (el que se ha tomado como referencia para la comparativa porque los datos de 2020 pueden arrojar distorsiones por el confinamiento), cuando fueron 123. En la mayoría de los casos la denuncia parte de la propia víctima, que lo ha comunicado a su centro educativo (50%), aunque en ocasiones también ha sido a instancias de la familia (33%) o los servicios sociales municipales (17%). 

Por lo que respecta al comportamiento de los alumnos, los datos facilitados por la Consejería de Educación apuntan que el curso pasado se registraron 57.894 casos de conductas contrarias a las normas de convivencia, con 28.380 estudiantes implicados por, fundamentalmente, perturbar el normal funcionamiento de las clases. 

Este tipo de fenómenos suele darse sobre todo en la etapa de Secundaria y lama la atención el incremento que se aprecia atendiendo solo a los casos considerados más graves, que generalmente acaban con la expulsión del alumno del centro entre cuatro y 30 días. 

En el curso 2020-2021 se registraron un total de 10.902 casos, frente a los 8.930 del periodo 2018-2019, con un total de 6.670 alumnos implicados frente a los 6.120 de hace dos años, un 9% más. En este apartado, Educación incluye las injurias y ofensas contra algún miembro de la comunidad educativa (28%), que puede ser un profesor u otro compañero, y actuaciones perjudiciales para la salud o la integridad (por ejemplo, fumar) o incitar a ello de manera mayoritaria bien durante las clases o en el recreo.

El coordinador de bienestar

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, confirmó ayer que los centros educativos de la región recibirán a lo largo de este trimestre la instrucción para la implantación, a partir del próximo curso, del coordinador de bienestar. Se trata de una figura de nueva creación que ha impulsado la ley estatal de protección integral a la infancia, conocida como ‘ley Rhodes’ para velar por la prevención, detección y reparación en el caso de agresiones en el ámbito escolar.

Según detalló Gutiérrez, en la instrucción se clarificarán cuáles son los perfiles que pueden desempeñar dicha figura, ya que hay «distintos profesionales» en los centros educativos que pueden abordar esta tarea, no solo los educadores sociales, y serán los propios centros educativos los que decidan en cada caso, en función de sus recursos humanos. 

A tenor de los datos facilitados en el pleno del Observatorio de la Convivencia Escolar, la consejera destacó el buen funcionamiento de los programas para prevenir el acoso escolar en Extremadura. Entre ellos el de ‘Ayuda entre iguales. Alumnado Acompañante’, que el curso pasado contó con la participación de 224 centros educativos y la implicación de 2.845 estudiantes y 1.439 docentes. El programa consiste en formar a estudiantes para crear equipos de convivencia que sirven de ayuda o apoyo a los compañeros que pueden estar sufriendo acoso, exclusión o en riesgo de ello.