La huelga de los transportistas por el incremento del precio de los carburantes sigue ocasionando incidentes en la región y ya se han producido las primeras detenciones. Así lo confirmó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, quien avanzó que varios de los detenidos (no precisó cuántos) habían sido puestos a disposición judicial, mientras que a otros se les tomó declaración para investigar los hechos en profundidad. «Es una situación muy preocupante y desconocida hasta ahora, porque un grupo de personas ha decidido protestar de una forma egoísta poniendo en riesgo la economía de muchas pymes y el abastecimiento a la población», señaló a preguntas de los medios en una jornada sobre alimentación en Cáceres.

Mérida se convirtió ayer en el epicentro de las acciones de protestas llevadas a cabo en la región. Desde primera hora de la mañana, cientos de cabezas tractoras de camiones se fueron concentrando en la confluencia de la A-5 y A-66 a la altura de la capital autonómica para participar en una marcha lenta y dificultar así los accesos a la ciudad. En el entorno del polígono industrial El Prado confluyeron buena parte de los vehículos, por lo que se produjeron importantes retenciones en la zona. Desde la Guardia Civil de Tráfico informaron a este diario de que los transportistas circulaban «en caravana recorriendo los accesos a Mérida para ralentizar el tráfico».

Según explicó Manuel Estévez, un transportista de Zahínos, unos 60 camioneros de este municipio pacense decidieron trasladar sus reivindicaciones a Mérida a través de una marcha, en la que finalmente participaron compañeros procedentes de otras localidades extremeñas. «A través de los grupos de WhatsApp fuimos hablando y al final nos hemos unificado en Mérida», indicó. «Hemos hecho un poquito de fuerza y a ver si nos escuchan porque no somos pocos. No se puede trabajar con estas condiciones porque estamos en pérdidas», puntualizó Estévez.

En otros puntos de la región también volvieron a concentrarse piquetes informativos para tratar de convencer a los camioneros de que secunden esta huelga. En el polígono industrial de Plasencia se concentró un piquete y quemaron varios neumáticos. Según informó la Guardia Civil en nota de prensa, el pasado jueves se hizo necesaria la intervención de la USECIC de la Comandancia de Cáceres para garantizar que los camioneros que no secundaban los paros, y estaban retenidos en el área de servicio El Caldero, de la Autovía A-66, pudieran continuar su viaje, al verse bloqueados por un piquete de 80 personas. En esta actuación no se produjeron detenciones, pero sí fueron identificadas medio centenar de personas pertenecientes al piquete.

Abastecimiento

«Es una situación muy preocupante y desconocida hasta ahora, porque un grupo de personas ha decidido protestar de una forma egoísta poniendo en riesgo la economía de muchas pymes y el abastecimiento a la población», manifestó García Seco. Por ello, avanzó que se ha habilitado una escolta específica para garantizar la entrega de productos sanitarios a farmacias, hospitales y residencias de mayores. Denunció que pequeños grupos están actuando de forma coordinada, extendiéndose por todo el territorio y «haciendo daño al sector ganadero, explotaciones agrarias y a los transportistas que quieren trabajar y las industrias». Por ello, llamó a la calma y se preguntó «qué tipo de protesta es esta que pone en peligro a la población y que pone en riesgo producciones como la de cordero o brócoli, en la que se ha trabajado durante meses». «Se están quedando los productos sin salir porque los conductores que quieren trabajar tienen miedo de ser agredidos, de que les rompan las lunas y les rajen las ruedas. Esto no puede ocurrir en un estado de derecho», subrayó la delegada del Gobierno.

Sobre los problemas con el suministro de productos también se refirió el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien calificó de «extremísima gravedad» la situación con el paro del transporte porque «hay un colapso del abastecimiento», por lo que afirmó que «esto hay que cortarlo ya». «Se está haciendo un daño irreparable a muchas economías, a muchas economías modestas de nuestro país, y por parte de todos los que tenemos alguna responsabilidad, yo el primero, intentando hacer frente a esas dificultades que el sector tiene y que están poniendo de manifiesto cuando el resultado de las movilizaciones es el que es», apuntó Vara a los medios en Cáceres. 

Diálogo sin violencia

A la capital cacereña también acudió para participar en la jornada alimentaria el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas, quien destacó que «bajo la violencia y la coacción» no es posible el diálogo, además de tildar de «ilegal e inmoral» la actividad violenta de los piquetes. «Quienes realizan estos actos de boicot no están integrados en las organizaciones del comité nacional de transportes por carretera», manifestó Planas, al tiempo que añadió que el propio sector «no los reconoce como suyos, lo que agrava el conflicto».