Cementos Balboa, la planta ubicada en la localidad pacense de Alconera y única de producción de cemento que existe en la región, cumple hoy una semana en unos niveles mínimos de actividad a causa del paro en el sector del transporte. “Estamos prácticamente parados, muy afectados por esta situación”, confirman fuentes de Votorantim Cimentos, el grupo propietario de la factoría extremeña. Esta firma brasileña cuenta además con seis plantas de hormigón y una gravera en la comunidad autónoma, que se encuentran todas en unas circunstancias similares. En conjunto, suman alrededor de 125 empleados, un centenar de ellos en la cementera y los 25 restantes en las demás instalaciones.

Al impacto que en las industrias de este sector, que son electrointensivas, ha tenido durante los últimos meses la escalada de los precios de la energía se ha sumado ahora el efecto que ha producido en las cadenas de suministro el paro de los transportistas. El horno de fabricación de clínker (componente principal del cemento) se detuvo en Balboa el miércoles de la semana pasada, sin que haya aún una fecha definida para volver a ponerlo en marcha. Se siguen realizando otro tipo de labores en la factoría, gracias también a que hay una parte de las materias primas, ya sean aditivos o combustibles, que llegan por tren hasta ella (tras la elaboración del clínker, se efectúa su molienda, que incluye la mezcla con el resto de aditivos, y el ensacado de aquella parte de la producción que no se comercializa a granel). En cualquier caso, se recalca desde Votorantim, no se trata solo de la materia prima que puede entrar, “es lo que tiene que salir de la fábrica”. Si el silo de almacenamiento se completa y no hay posibilidad de llevar el producto a los clientes, “no puedes seguir produciendo”.

Cementos Balboa tiene una capacidad de producción de 1,6 millones de toneladas anuales, y Votorantim cerró su adquisición en el último trimestre del año pasado. Además, esta multinacional, uno de los principales referentes de la industria cementera a nivel mundial, es propietaria de otras tres cementeras en España,  en las provincias de Lugo, León y Huelva, y de una cuarta en Córdoba, que ahora estaba funcionando como molienda por la complicada situación de costes que atraviesa el sector. Todas ellas están en la misma coyuntura a causa del colapso del transporte. De hecho, el sector del hormigón, representado por las patronales de las industrias de los aditivos (Anfah), áridos (FdA), cemento (Oficemen), hormigón (Anefhop) y prefabricados (Andece), viene alertando desde hace días de la “extrema gravedad” de la situación en las canteras y plantas, con paros que desde la semana pasada son “hasta del cien por cien” en varias comunidades autónomas, entre las que cita Extremadura.