La huelga de transportistas que cumple ya 10 días está poniendo a prueba al sector de la alimentación, con los supermercados sometidos a una tensión que no se llegó a vivir en lo peor de la pandemia. La patronal nacional ha reconocido este miércoles que existe un claro riesgo de desabastecimiento y en Extremadura la recepción de mercancía se ralentiza por el parón de las fábricas de producción.

«Cada vez habrá más dificultades, los establecimientos se van a ir vaciando poco a poco», afirma Oscar Marín, director general de Lider Aliment, con 110 franquicias de supermercados Spar y otras 15 de Eurospar (más grandes) por toda la región. 

Leche, pescado, frutas o verduras frescas con algunos de los productos que costaba conseguir en los últimos días, a los que en las próximas horas se podrían unir otros como yogures, huevos o galletas. El problema, explica Marín, es que antes no salían camiones de los almacenes y ahora, que comienza a faltar mercancía de los proveedores: o no llega, o lo hace en porcentajes «muy bajos» respecto a lo normal.

«Tenemos esperanza en que todo se arregle, pero va a haber cada vez más dificultades en los puntos de venta: si no hay fabricación y la poca que hay no viene a los almacenes, la consecuencia es evidente. El reabastecimiento de los almacenes está siendo muy limitado», dice.  

Nestlé, "seriamente afectada"

Calvo, Azucarera, Dcoop, Cuétara y varias plantas de pienso han tenido que interrumpir su producción. Otras como Estrella Galicia, Heineken y Danone han anunciado que seguirán el mismo camino si no hay soluciones ya. 

Grupo Gallo se ha unido este miércoles a la lista de empresas obligadas a «realizar un cese temporal de su actividad productiva», y Nestlé también ha reconocido en declaraciones a Efe que sus plantas en España, entre ellas las de Miajadas y Herrera del Duque se están viendo «seriamente afectadas» por el paro de transportistas. No obstante, en este último caso todas mantienen su actividad.

Pero no solo se trata de la alimentación. El portavoz de la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex), Javier Peinado, ha reconocido que la huelga del transporte ha puesto «en un problema serio y grave» a toda la economía extremeña, porque está afectando a la productividad de prácticamente todos los sectores: servicios, manufacturas, construcción, campo...

«Se está intentando capotear como se puede, con paralizaciones o ajustando plantillas y turnos, pero se necesita una solución inmediata», señala Peinado. «Más allá de las reivindicaciones legítimas, que todos compartimos en altísimo grado, no tiene ningún sentido que un paro sin control nos lleve a una crisis económica y social», reitera.