Las bebidas extremeñas siguen avanzando con paso firme en el mercado internacional, pese a que la pandemia y el alza de los costes ha ralentizado esa penetración. El año 2022 se vislumbra como clave para la consolidación de brebajes y empresas que han sabido capitalizar y sortear las dificultades de vender fuera de la comunidad, con toda la complejidad que conlleva a nivel de transportes y el desafío de las comunicaciones en la región. A continuación, cuatro ejemplos de esa conquista del mercado exterior.

Destilería RutaPlata

Son los productores de la popular cerveza artesana Cerex (con sede en Zarza de Granadilla), y engloba otras cinco marcas de bebidas: Granadilla (ron), SpiritoVetton (ginebra), RutaPlata (cremas) y Estremeñu (whisky).

Actualmente, cuentan con presencia en países de tres continentes diferentes, entre ellos Colombia, Perú, Estados Unidos, Francia, Alemania y China.

La fábrica elabora cervezas en Extremadura desde 2013, siguiendo un método tradicional de doble fermentación. En concreto, producen seis estilos y alguna edición especial limitada: Pilsen, Ibérica de Bellota, Castaña, Cereza, Andares (con jamón ibérico de bellota), y la última novedad, CerexFrambuesa.

El año pasado, su bebida elaborada con bellotas de la dehesa extremeña fue elegida como mejor cerveza de España 2021 en la categoría Belgian Style Dubbel.

A finales de enero volvieron a sumar un nuevo galardón a su trayectoria: Mejor Ginebra de España 2022 en los World Gin Awards, que tuvieron lugar en Londres; se reconoció a la citada ginebra como la mejor de origen español en las categorías Flavoured y Contemporary.

Era la cuarta vez que los dos ingenieros zarceños que pilotan esta empresa, Marcos Rubio y Alfonso Vallejo, se presentaban a este campeonato; consiguieron en 2018 el título a Mejor Ginebra de España, junto a un oro y una plata en los años 2019 y 2020, respectivamente. «La ginebra la vendemos en la costa este de EE UU, en Florida; también en Colombia y Panamá. La cerveza tiene presencia en Perú. Y en Europa en Alemania y Francia, y en algunas localidades de la Raya portuguesa», explica Alfonso Vallejo.

Ahora se une un escenario de guerra y la subida del precio de los insumos: vidrio, cartón, trigo, y sobre todo, gasolina

La pandemia sí ha tenido un efecto negativo con las exportaciones a China: «El coronavirus las paralizó y no hemos vuelto a recuperar ese mercado. Pero esperamos volver a tener presencia porque en Hong Kong hay una gran cultura de cerveza artesana».

A la destilería cacereña la pandemia le ha afectado bastante: «Normalmente no hacemos exportaciones de camiones o contenedores enteros y los grupajes han bajado mucho el ritmo, sobre todo por el precio del combustible. El transporte vía marítima se puso muy caro». A esta situación se le suma la subida del precio de los insumos: cartón, vidrio, etiquetas, chapas, trigo, cebada… que obligan a recalcular el negocio ante el nuevo escenario. «Es un momento delicado y nos planteamos actualizar precios».

Antes de la pandemia la destilería zarceña se acercaba al 12% de la facturación en exportaciones, «y ahora estaremos en un 3%, sobre todo, por el transporte marítimo», debido a que la crisis sanitaria ha disparado los fletes de los contenedores. «El precio es hasta cinco veces mayor de lo que se pagaba antes».

Las tarifas de los contenedores tienen una gran repercusión en el comercio mundial, casi todos los productos manufacturados (ropa, medicamentos, productos alimentarios procesados) se transportan por mar. La escasez sin precedentes de contenedores obstaculiza la ansiada recuperación, pero aún así las empresas extremeñas han conseguido mantener su presencia en los mercados internacionales.

Bodegas Habla

La trujillana Bodegas Habla también puede presumir de presencia (más de 50 países) y palmarés internacional: en 2021 fue elegida como la ‘Mejor Bodega del Año’ en los London WineCompetition (LWC), certamen internacional que reconoce a las marcas por su labor al elaborar vinos con una excelente relación calidad-precio, por su caldo ‘Habla N22’ (también mejor vino español y el mejor tempranillo).

De 2020 prefieren olvidarse. «Fue un año desastroso con ventas muy puntuales a nivel internacional. Los mercados estaban muy cerrados y recelosos por la situación de la pandemia y con la hostelería cerrada. La salida fueron las grandes superficies, que en el mercado nacional las trabajamos muy bien, pero en el internacional la entrada es más lenta», reconoce María Victoria Acero Cancho, responsable de Nacional e Internacional.

El ‘Habla N22’, una de las marcas fuertes de las Bodegas Habla. EL PERIÓDICO

«Atravesamos unos años muy turbulentos, con subidón de costes en todas las materias primas. Y la pandemia aceleró este panorama. No se llega a un tope; la subida sigue. Vidrio, cartón, la luz… Al final, es inevitable trasladar todos esos costes, que los hemos ido reteniendo, al producto». Pero esto no ha frenado el avance exportador, aunque Acero reconoce que «los problemas con el transporte sí que están ralentizando toda esa venta internacional».

En este panorama, las infraestructuras extremeñas no ayudan: «Es triste reconocerlo, pero las comunicaciones son por carretera o no son. Y esto es un gran reto para la región en el futuro. Un Extremadura-Madrid-Berlín supone un coste extra que, muchas veces, implica casi la mitad de un transporte de otra distancia».

De esta forma se traduce la realidad extremeña: «Peleamos con productos de calidad muy buena que es la que nos permite hacer las exportaciones, pese a las complicadas comunicaciones que tenemos».

Bodegas Habla exporta a casi toda Europa (en un 60-70%), «es nuestro mercado natural», y también a Canadá, EEUU, México, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, Perú y Brasil.

Además, las exportaciones a Europa siguen creciendo: «Tenemos una gran suerte con el mercado centro europeo y es que valoran mucho el producto español y entienden que ese precio es el que hay pagar».

En la otra cara de la moneda, el proteccionismo estadounidense: «Es un mercado complicado, que siempre supone un punto de inflexión para todas las empresas exportadoras. Pero aquí hablamos de impuestos especiales, por ser una bebida alcohólica, con unas condiciones particulares».

La kombucha

La kombucha se ha convertido en la bebida probiótica de moda. Un preparado refrescante que se obtiene a partir de la fermentación natural del té, azúcar y un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras conocido como Scoby, forma parte del segmento de bebidas que más rápido crece a nivel global, según datos de Zion Market Research.

En el caso de la empresa Komvida (Fregenal de la Sierra) ese crecimiento no deja lugar a dudas: el fondo francés Capza ha entrado en el capital de la compañía extremeña, fundada en 2017 por Beatriz Magro y Nuria Morales en su población de origen, tras ser conocedoras de la kombucha en California.

Beatriz Magro y Nuria Morales, creadoras de la kombucha. EL PERIÓDICO

La marca extremeña se encuentra ya fácilmente en supermercados y en diferentes sabores, que se consiguen añadiendo fruta en una segunda fermentación.

Además, según datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEx), en cinco años el fabricante y distribuidor de kombucha ha alcanzado una cuota del 70% en su segmento en España. Con la entrada del fondo galo el crecimiento internacional de la marca aumentará, también gracias a la potenciación de sus áreas de ventas, marketing, operaciones e I+D.

El objetivo: «Integrar a Komvida en nuevos mercados y culturas y crear nuevas oportunidades para los extremeños». 

«Recordamos con ilusión la primera venta online, el primer herbolario que quiso probar nuestro producto, la primera suscripción y el primer día que vimos una Komvida en la nevera de un gran supermercado», rememoran las emprendedoras pacenses. «Cuando creamos Komvida, lo hicimos con el propósito de contribuir al bienestar de las personas, no solo a través de las cualidades de nuestra kombucha, también creando oportunidades para las mujeres rurales en el sur de Extremadura».

Hace cinco años, dos chicas de pueblo sin experiencia en el mundo de la kombucha, «y mucho menos del emprendimiento, buscábamos la fórmula de lo que iba ser nuestra kombucha en un desván de Extremadura. Después de cientos de litros fallidos, y en el mismo desván, surgía la primera Komvida y, con ella, el sueño de llevarla a lo más alto».

Con el impulso del fondo francés Capza, ambas consideran que su empresa da un paso más «en nuestra convicción de revolucionar las costumbres de los que quieren beber sano, de aportar valor en nuestra tierra y también de demostrar que las mujeres rurales no tenemos límite».

El cava extremeño

El cava extremeño también sube como la espuma después de la caída al precipicio que supuso el año 2020 con la llegada del coronavirus. Tanto es así que a nivel nacional se recuperaron cifras de prepandemia durante la pasada campaña navideña.

Planta de embotellamiento del cava extremeño. EL PERIÓDICO

Además, en los mercados internacionales es donde el cava extremeño consigue una venta desestacionalizada, tal y como explican desde Bodegas López Morenas, que ya exporta (aparte de a Europa) al continente americano (EEUU, República Dominicana y México); Asia (China y Japón) e incluso África.