En julio de 2018 el PP extremeño se dividía entre casadistas, sorayistas y cospedalistas. Se celebraba un congreso nacional con tres candidatos muy distintos y hubo alineaciones en uno y otro sentido, empezando por el propio presidente regional, José Antonio Monago, quien avaló inicialmente a María Dolores de Cospedal en las primarias celebradas al efecto si bien más tarde apoyó a Casado dado que solo quedaron dos candidatos con posibilidades en el cónclave del PP: el propio Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría. Al final ganó Casado por un estrecho margen y todos en el partido se unieron en torno a él pero su relación con algunos barones que no le apoyaron al inicio nunca fue bien del todo, tanto que en su etapa final las dos direcciones provinciales extremeñas parecían más próximas a Génova que al propio Monago.

Ahora todo ha cambiado. Hay un nuevo líder ‘in pectore’ y todos los bandos se unen en torno a Feijóo. Sin embargo, los casadistas de antaño desconfían y los cospedalistas y los sorayistas sacan pecho sabedores de que las reglas del juego no son las mismas.

Estos días se han celebrado en distintas sedes del PP de la región votaciones para elegir los compromisarios que, a su vez, votarán al nuevo presidente nacional del partido.El cónclave se desarrollará en el Palacio de Congresos de Sevilla este fin de semana y nadie que tenga aspiraciones políticas dentro del PP regional quiere perderse la cita.

Ha habido votaciones en Badajoz y Cáceres ganando Antonio Cavacasillas y María Guardiola

Acuden 150 compromisarios extremeños encabezados por José Antonio Monago, de los que 110 tienen derecho a voto. El resto son invitados de las dos direcciones provinciales y también de la dirección regional, trabajadores del PP y algún militante que ha expresado su deseo de acudir y no ha conseguido ser elegido. Porque ha habido sitios comoPlasencia, donde se ha votado una lista por consenso encabezada por Fernando Pizarro, aspirante a suceder a Monago, y otras como Badajoz o Cáceres donde se han sometido a votación. 

Badajoz y Cáceres

En Badajoz la lista de compromisarios la encabeza el coordinador local, Antonio Cavacasillas (83 votos), y le sigue el diputado regional Lorenzo Albarrán (60 votos) y la también diputada regional Pilar Gómez de Tejada (48). Sin embargo, como solo había nueve elegibles y se presentaban 25, se han quedado fuera el diputado regional Luis Alfonso Hernández Carrón, el ex director general de la Policía Germán López Iglesias o el ex consejero Javier Fernández Perianes, con el consiguiente enfado.

En Cáceres el resultado ha sido hasta sorpresivo. En este caso quien lidera la delegación local es la concejala María Guardiola, quien obtuvo 105 votos. Le sigue el presidente local y portavoz en el Ayuntamiento, Rafael Mateos (85 votos), así como el concejal Pedro Muriel, el portavoz del PP en la Diputación José Ángel Sánchez Juliá y la diputada regional y ex alcaldesa Elena Nevado. Este respaldo a María Guardiola mejor que el obtenido por el presidente local ha sido interpretado como un apoyo expreso desde Cáceres a la candidatura que pudiera liderar caso de abrirse la posibilidad de suceder a Monago, una cuestión que ella misma nunca ha confirmado pero tampoco negado.

Dentro de los 110 compromisarios con derecho a voto están los considerados ‘natos’ y por consiguiente acuden sin necesidad de ser votados. Son el presidente y secretario general autonómicos, es decir, José Antonio Monago y Fernando Manzano; la portavoz en la Asamblea, Cristina Teniente; los presidentes provinciales, Laureano León y Manuel Naharro; los diputados nacionales y senadores, Alberto Casero, Víctor Píriz, Carlos Floriano, Francisco Javier Fragoso y Teresa Angulo; los vocales del comité ejecutivo nacional, Juan Parejo y los vocales de la junta directiva nacional, Gema Cortés. Finalmente, acuden también el presidente y el secretario general autonómico de Nuevas Generaciones, Gema Fernández y Irene Ovejero. 

Todos están con Feijóo y todos creen que lo hará bien. De ahí quizás el lema del congreso esta vez: ‘Lo haremos bien’. Es la forma de casar un partido y curar las heridas de 2018.