La medida de choque para el sector agroganadero frente a la guerra en Ucrania ya está sobre el papel, pero ahora debe saltar a las explotaciones; y ahí es donde el en el campo extremeño tuercen el gesto. No ven clara la efectividad que puede tener ampliar la superficie cultivable con las 167.000 nuevas hectáreas que supondrían la incorporación de todas las tierras de barbecho en la región, en un contexto de sequía que no tiene aún visos claros de remitir para esta campaña. La sensación generalizada es que, si no hay agua, tampoco va a haber rentabilidad e insisten en las ayudas directas que no se han articulado aún para mejorar el horizonte de las explotaciones.  

El consejo de Ministros dio luz verde este martes a un paquete de medidas extraordinarias para mitigar los efectos de la guerra iniciada por Rusia. En él se incluyen 193,7 millones para la agricultura y la ganadería española para afrontar la subida de los insumos; pero también una flexibilización en los criterios de diversificación y la modificación de la normativa que obliga ahora a los productores a mantener un 5% de la explotación de barbecho. 

Eso supone, en el caso de Extremadura, 167.000 nuevas hectáreas entre las 47.549 hectáreas sin producción SIE (superficie de interés ecológico obligatorio para el pago verde) y la s119.442 de barbecho tradicional, según los datos de la Consejería de Agricultura. Todas se pueden poner en cultivo de manera excepcional este año tras la modificación aprobada por la Unión Europea (hasta esa modificación, sin producción SIE no podía cultivarse); y el objetivo es que se pueda ampliar la superficie de cereales y oleaginosas que hasta ahora se importaban en gran medida de Ucrania.

Incógnita por la climatología en Extremadura

De momento en el campo hay dudas porque las lluvias de las dos últimas semanas no dan garantías a las campañas por delante. «Es cierto que permitir la siembra en los barbechos para cultivar es principalmente girasol, flexibiliza las oportunidades que puede tener un agricultor; pero no es ninguna solución porque sembrar este año, con los costes de los insumos es difícil, que sea atractivo. La solución al campo pasa por otras medidas que son medidas estructurales y son las que hay que dar», señala el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri. La petición generalizada son ayudas directas a las explotaciones para paliar la falta de ingresos por no poder producir. 

Para UPA-UCE la medida es también positiva sobre le papel pero muy limitada por las circunstancias. «Son medidas positivas que os ayudan a gestionar la explotaciones. Otra cosa es el impacto real que va a tener. El girasol puede ser uno de los productos más atractivos, pero la rentabilidad está muy acotada porque se va a sembrar en secano si no hay agua suficiente. Y lo mismo con el maíz. Si hablamos de regadío que no se riega de lo que estamos hablando es de producciones de secano y la rentabilidad no es la misma», señala el secretario general de la organización, Ignacio Huertas. 

Desde Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura señalan que «hay expectación», principalmente por saber si habrá reservas de agua suficiente para poder sembrar maíz. «De momento no hay movimiento en las cooperativas. Quizás en una semana, cuando estén más claros los efectos d las últimas lluvias en los embalses», apuntan.

Los plazos tampoco juegan a favor. «En las fechas que estamos la medida no tiene mucha repercusión porque tanto el maíz como el girasol habría que sembrarlo ya porque tendrá que ser en secano. Con la limitación de caudal por la escasez de agua, ampliar la superficie de cultivo no da tampoco mucha opción. Otra cosa es que se extendiera al próximo año», argumenta el dirigente de COAG en Extremadura, Juan Moreno.

180 millones en pérdidas por la falta de agua

La organización agraria UPA-UCE alertó ayer de la «catástrofe» que la sequía supone ya para miles de agricultores y ganaderos que «dan ya prácticamente por perdidas» sus cosechas o que no tienen piensos para dar de comer a sus animales. El secretario general de la organización, Ignacio Huertas, cifró en 112 millones las pérdidas de renta en el caso de los cultivos de tomate, maíz y arroz y lo elevó a 180 millones por el sobrecoste de 68 millones en el caso de la ganadería, para alimentar a sus animales con piensos y forrajes a unos precios disparados por la guerra de Ucrania. 

Huertas reclamó a la Junta de Extremadura ayudas directas «con carácter de urgencia» para que los agricultores y ganaderos extremeños puedan continuar con su actividad. «Necesitamos la implicación de la Junta, no solo reivindicando ayudas al Gobierno, sino poniendo un presupuesto propio». 

La lluvia apenas llena los embalses aún

Las esperadas lluvias han aparecido en las dos últimas semanas, pero los efectos sobre los embalses son aún limitados. El volumen general se sitúa en el 38,7% la región, solo por encima de Andalucía (34’3%) y Murcia (31,7%), y tras haber ganado en la última semana un 0,9% (135 hectómetros). La cifra está muy lejos del 57,7% embalsado en la misma fecha del 2021, que ya estaba 10 puntos por debajo de la media de la ultima década. 

La situación más complicada es la del Guadiana, donde se concentra la superficie de regadío. La cuenca está al 28,9% tras ganar un 0,5% en la última semana y sigue más de 30 puntos por debajo de los 10 últimos años. 

En el caso del Tajo, están al 49’9% (a más de 20 puntos de su media) tras ganar un 1,9% en la última semana. En la reunión de la Comisión de Desembalse del martes, se informó de que los riegos del Árrago y del Alagón entrarán en situación de prealerta esta semana y se mantiene la incertidumbre.