Era lo que esperaban y hoy ha llegado la comunicación oficial: el Tribunal Supremo ha desestimado los incidentes de nulidad presentados por la Junta de Extremadura y por los propietarios de los chalés del complejo Marina Isla de Valdecañas, en los términos de El Gordo y Berrocalejo (Cáceres).
Esto supone que el alto tribunal sigue ratificando la sentencia de derribo total del resort que dictó el pasado febrero y que no considera ninguno de los argumentos aportados ahora por las partes recurrentes, entre los que figuraban la presunta incompatibilidad de dos de los cinco magistrados que dictaron aquel fallo. Se refirieron en concreto, a Wenceslao Olea y a Inés Huerta, quienes ya habían participado en el proceso judicial del caso en otras instancias anteriores por lo que los recurrentes consideraban que se incurría en una causa de «incompatibilidad», extremo que rechaza el Supremo en este nuevo pronunciamiento.
El siguiente paso: recurso de amparo
Tras conocer la desestimación del incidente de nulidad, los propietarios de Isla de Valdecañas señalan que esta decisión entraba dentro de lo esperado: «es algo con lo que contábamos y forma parte de la normalidad». Y tras esta resolución, el siguiente paso que darán será presentar un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, para lo que tienen 30 días de plazo. Y ese será el camino que seguirá también la Junta de Extremadura, como ya había anunciado previamente.
Los propietarios explican que plantearán un nuevo recurso porque consideran que con la sentencia del Supremo se ha podido vulnerar un derecho fundamental recogido en la Constitución, como es el derecho a la tutela judicial efectiva. «El Supremo debía valorar únicamente la existencia o no de las causas planteadas por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura por las que proponía una ejecución alternativa que contemplaba mantener lo ya construido, conciliando de forma proporcionada la preservación de los intereses medio ambientales, el desarrollo del entorno y los derechos de propiedad. Sin embargo, fue más allá del debate planteado».
Los dueños de las 185 villas construidas dentro del complejo residencial y de ocio aseguran que van a defender la pervivencia de Isla de Valdecañas hasta el final. «Actuamos de buena fe y creemos en el futuro del complejo».
Además, tras el sondeo encargado por la Junta de Extremadura en el que ocho de cada diez extremeños apoyan el mantenimiento del resort, sostienen que se sienten «plenamente respaldados» por el apoyo de la sociedad e insisten en que está en juego la existencia de un modelo económico y ambiental sostenible para Extremadura. «Derribar Valdecañas sería proclamar que en Extremadura no se puede hacer nada, aunque concilie valor económico, social y ambiental», concluyen.