Extremadura es tierra de ingenieros solventes y con una Escuela de Ingenierías Industriales de primer nivel. Así lo destaca Fernando Doncel Blázquez, presidente del Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales de Extremadura (Cexiti), entidad que aglutina a 1.300 profesionales. En esta coyuntura cabe preguntarse si la región necesita ingenieros para todos los proyectos que tiene en perspectiva. «Sí, los necesita, pero no necesita importarlos porque ahora mismo Extremadura está exportando ingenieros». A este respecto añade un dato: la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Extremadura es todo un referente pues está en los primeros puestos en el ranking de Shanghái. Además, la UEx se encuentra entre las cinco primeras universidades nacionales que han obtenido el mayor número de sellos de reconocimiento europeo. El sello europeo de calidad internacional en ingeniería EUR-ACE acredita que cumplen de manera excelente con las exigencias profesionales de la ingeniería. Esta acreditación es otorgada por la agencia European Network for Accreditation of Engineering Education (ENAEE) en colaboración con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). La UEx recogió en 2019 siete certificados, entre los que se encuentran los de las titulaciones de graduado en Ingeniería Eléctrica, graduado en Ingeniería en Electrónica Industrial y Automática, y graduado en Ingeniería Mecánica. A pesar de esa gran cualificación, muchos de los ingenieros egresados de la Uex tienen que ir a otras comunidades para trabajar porque no hay industrias suficientes para absorber dicho talento. Además, un número importante de los proyectos de ingeniería de grandes plantas de energías renovables se redactan fuera, aunque desde el CEXITI se fomenta que sean redactados por ingenieros graduados extremeños. ¿Qué papel juega el ingeniero técnico industrial en la producción de energía? Su participación es clave en las solicitudes previas de conexión de las plantas, así como en la tramitación de todas las autorizaciones (incluyendo las ambientales). Posteriormente interviene en la redacción del proyecto de ejecución, la dirección de obra, coordinación de seguridad y salud, en la construcción y por último en el mantenimiento de la planta. Conjugar sostenibilidad y desarrollo industrial se ha convertido en un problema clave en el que los profesionales juegan un papel fundamental. «La vigilancia ambiental que hay hoy en día no la ha habido nunca antes. Todas las instalaciones industriales necesitan de una autorización ambiental para poder funcionar», añade Doncel.

Desde el Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales de Extremadura se ha fomentado la formación continua de los profesionales en los nuevos campos del mundo de la energía sostenible. En los colegios de Cáceres y Badajoz hay servicios de formación continua tanto online como presencial . «Tenemos preparados a los profesionales, pues quienes no tuvieron la oportunidad de estudiarlo durante la carrera después han podido formarse con nosotros. También desde la Universidad de Extremadura se ofrece formación como cursos de posgrado, el Máster Universitario en Energías Renovables, Gestión y Eficiencia Energética, el Máster Universitario en Prevención en Riesgos Laborales o el reciente máster en Diseño y Fabricación de Baterías, en colaboración con la empresa Phi4tech, único en España y ex profeso para trabajar en la fábrica que se proyecta en Badajoz», concluye Fernando Doncel.