Francisco Marín, director de ‘Futuribles,’ tiene como principal objetivo que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia que la innovación tiene en su día a día. Afirma que hay superar el conflicto entre industrialización y sostenibilidad haciendo que ambos procesos sean compatibles. A su juicio, el principal reto de nuestro tiempo es hacer crecer el tamaño de la empresa española .
Extremadura tiene en la producción de energía uno de sus principales estandartes como comunidad productora y exportadora. ¿Deberían gozar los industriales extremeños de ventajas en su recibo de la luz?
En los tiempos en que nos toca vivir, con una economía fuertemente globalizada y donde los equilibrios se dan en base a una interrelación intensa de las relaciones económicas, no se puede pensar en repartos de la riqueza estrictamente basados en criterios territoriales tan acotados. Por ello, y siendo consciente de que la respuesta no es la esperada, creo que esa no es la base para una mejor corrección de los desequilibrios entre las regiones. Me gusta mucho más apostar por un cambio en las condiciones de los habitantes de las distintas comunidades basados en la implantación en sus territorios de empresas, centros e institutos tecnológicos con empleos de alta cualificación y por consiguiente bien pagados que mejoren los niveles de consumo y eleven los índices de bienestar de los ciudadanos. Esto ya ha pasado y sigue pasando en regiones que en su día apostaron por incentivar la Innovación, pasando de regiones atrasadas a zonas del planeta con los más altos niveles de ingresos por habitante. Un ejemplo reciente, del siglo XX lo tenemos en Corea del Sur y tenemos que estudiarlo y aprender de sus experiencias.
La región vive un boom de las fotovoltaicas y una ‘fiebre del litio’ ¿Es Extremadura un ejemplo a seguir por otras comunidades?
Extremadura parte de una posición no satisfactoria entre las regiones españolas en el último Índice de Innovación que elabora la Unión Europea. Y esto deber servirnos de acicate para la mejora. Y cómo se debe acometer ese cambio para que dé resultados en el medio plazo. No hay que inventar la rueda; las regiones que lo han conseguido lo han hecho a través de definir políticas que sean duraderas y que se rijan por tres principios: elegir, apoyar y sostener. El primero es elegir entre las opciones posibles aquellas que se den en las mejores condiciones para el contexto de conocimientos, recursos, etcétera, propios del territorio. En ese sentido la elección de energías renovables y de la extracción del litio parecen, a priori, aciertos a la hora de elegir. El segundo criterio es, una vez que se decide por dónde ir, hay que poner los recursos, los métodos y las prioridades políticas para que se permita el crecimiento. Hay casos llamativos de incoherencia en los que, tras elegir, no se ponen los medios para su desarrollo. El tercer caso es el de sostener. Las apuestas en este siglo deben tener las luces largas puestas, nada es a corto plazo, por el contrario, se precisan de apuestas a largo y compartidas por los distintos gobiernos que puedan acontecer en las sucesivas legislaturas.
Cáceres va a acoger el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético, proyecto ya en marcha. ¿Funcionará como elemento clave para atraer empresas e iniciativas?
El mundo de nuestros días se desarrolla alrededor de polos de innovación y en fechas recientes ya se habla cada vez menos de los países y más de las ciudades, regiones, etcétera. En aquellos territorios donde se den las condiciones de existencia y cooperación de todos los agentes de la innovación, sin ninguna duda, nacerán sociedades prósperas, capaces de genera empleo, riqueza. Así hoy se habla de Boston, de Shanghái, de Londres o en nuestro entorno más cercano de Málaga como polos de innovación a estudiar e imitar.
¿Cómo mantenemos el equilibrio entre sostenibilidad e industrialización en Extremadura, en donde la mayoría del territorio goza de alguna figura de protección de la naturaleza?
Es imprescindible romper el conflicto entre industrialización y sostenibilidad. Si algo ha cambiado en las últimas décadas es la certeza de que ambos procesos pueden ser compatibles y, fruto de esa evidencia, que las ultimas apuestas por los Fondos Europeos NEXT GENERATION EU ya requieren de certificados de cumplimiento del principio DNSH (Do NotSignificantHarm) para su aprobación. Hay que hacer posible ambos tractores y hoy las tecnologías limpias existentes lo hacen posible.
El Ayuntamiento de Cáceres junto con Ingenostrum están preparando CC Green, un polígono industrial diseñado con la sostenibilidad como uno de sus ejes vertebradores. ¿Es la sostenibilidad una moda o podrá hablarse a medio plazo de ‘industrialización verde’?
Cómo ya dije en la respuesta anterior la sostenibilidad hoy es una exigencia razonable y justificada ante el evidente ataque que el modelo anterior ha producido en el planeta y hoy, afortunadamente, encontramos a potencias como China haciendo una apuesta creíble por un mundo sostenible al mismo tiempo que en Europa se decide apostar por las cero emisiones en plazos más cortos que los acordados en las ultima cumbres del planeta.
¿En qué sectores cree que hay que impulsar en Extremadura?
Esa decisión hay que tomarla con una amplia participación de los agentes que viven y se desarrollan en el territorio. Eso es elegir y esa tarea es de las más difíciles en la acción política de los que gobiernan. Parece que las tendencias que conozco de las acciones que se están tomando en Extremadura van en el camino de las energías renovables y de la profundización en algunos sectores del conocimiento avanzado en digitalización y sanidad. Sin poder, en un espacio tan corto como este, entrar a un mayor detalle, me parecen que son tendencias acertadas, pero para su éxito habría que garantizar los otros dos componentes: recursos u largos plazos.
Salvo excepciones como el caso de Grupo CL, el tamaño medio de la empresa extremeña roza la micropyme ¿Cómo pueden invertir los empresarios en talento e innovación con tan poco músculo empresarial?
Hacer que el tamaño de la empresa española crezca es el principal reto de nuestro tiempo. Tenemos talento, tenemos iniciativas, pero partimos de un pasado sin ambiciones empresariales y sin una apuesta clara por políticas industriales específicas. Ahora, con el proceso de cambio europeo y el programa ESPAÑA PUEDE, sería lógico que nuestras empresas aumenten su tamaño, pero como vengo reiterando a lo largo del artículo, necesitamos tiempo y perseverancia.
¿Cuáles considera que son las fortalezas y debilidades de Extremadura en el mundo de la innovación tecnológica?
Extremadura viene, como otras muchas regiones españolas, de tiempos donde se ignoraron las políticas industriales, se renegaron de las políticas de innovación y se apostó por sectores con poca capacidad de generación de competitividad y por lo tanto de riqueza. Su situación es, por lo tanto, consecuencia de esos déficits. Afortunadamente, ahora Europa y España apuestan por la digitalización, la sostenibilidad y los equilibrios territoriales y de genero con lo que, si elegimos bien lo que podemos y queremos hacer, saldremos de esta insatisfactoria situación.
¿Cuáles serían a su juicio los sectores y el perfil de los proyectos que deben primarse con los fondos europeos Next Generations?
Hoy ya disponemos de doce PERTES enunciados por el Gobierno que suponen más de 57 mil millones de euros de inversión que van desde el Vehículo Eléctrico Conectado hasta el más reciente para los Chips. Y las empresas han respondido a las Manifestaciones de Interés con miles de buenos proyectos. Por lo tanto, tenemos el recipiente y los contenidos. Sólo falta ponerse a hacerlo y eso toca ya, en este 2022 y hasta el 2027. Unos años críticos para cambiar nuestro país.
¿Tendrá el conflicto bélico con Ucrania consecuencias en el panorama energético que afecten a Extremadura?
Desgraciadamente, la guerra afecta a los principios de toda sociedad civilizada y por lo tanto, todos sufriremos las consecuencias de tanta sinrazón. La energía está en la base de este conflicto y si algo saldrá claro es que Europa no podrá en el futuro depender de forma tan notable de fuentes energéticas que no garanticen su autonomía estratégica. En ese aspecto, España en general y Extremadura en particular tienen una oportunidad de oro para mejorar en su equilibrio energético mediante la mejora de la interconexión con el resto del continente y como suministrador de soluciones tecnológicas avanzadas.