La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y la dirección general de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura estrecharán la vigilancia en los embalses del entorno del Parque Nacional de Monfragüe para controlar su estado, la posible presencia de especies invasoras y la afectación que eso puede suponer en el espacio protegido. Todo eso se abordó en la reunión que han mantenido esta semana en el marco de la colaboración interadministrativa recogido en el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional, según informan desde la CHT.

En esa reunión se ha incidido en la necesidad de desarrollar un protocolo de colaboración para "mejorar y coordinar las actuaciones de seguimiento, vigilancia y control" que se desarrollan en el ámbito del parque nacional. También se ha analizado la situación de los embalses ubicados en el parque, "poniéndose en evidencia los problemas existentes por las escasas aportaciones habidas en el presente año hidrológico, así como por la necesidad de cumplir con las obligaciones recogidas en el vigente Convenio de Albufeira". En el encuentro se han estudiado las opciones que la planificación hidrológica y la normativa medioambiental permiten y se ha establecido un canal estrecho de colaboración para seguir la evolución en las próximas semanas con el fin de que se disminuyan al máximo las posibles afecciones a Monfragüe.

Efectos de los desembalses en de 2021

Hay que recordar qua la calidad del agua en el río Tajo, a su paso por el Parque Nacional de Monfragüe, se vio afectada por los desembalses que se produjeron el pasado verano para generación eléctrica en mayor medida que otros años según explicó ya el director general de Sostenibilidad, Jesús Moreno, en una comisión de Transición Ecológica del pasado mes de noviembre. «No se han encontrado animales muertos ni se han señalado afecciones a hábitats ni a especies protegidas, pero lo que ha pasado no se puede volver a repetir», afirmó entonces Moreno en su comparecencia, a petición de todos los grupos (sustituyó a la consejera de Transición Ecológica, Olga García) en relación a los efectos de los desembalses del pasado verano en el Parque Nacional de Monfragüe.

Ya entonces se inició un expediente y se analizó la calidad del agua aunque los datos no eran aún concluyentes. De los tres embalses que afectan al territorio del parque, no se han detectado «datos diferentes» a otros años en dos de ellos: Torrejón-Tajo y Torrejón-Tiétar. Otra cosa fue la situación en el caso del embalse de Alcántara, que «ha supuesto un efecto negativo en la calidad del agua más intenso que otros años en las mismas fechas, especialmente en el torno de la presa y aguas abajo», señaló entonces Jesús Moreno. Los peores datos de calidad del agua se localizaron precisamente entre la presa de Torrejón y el Salto del Gitano, una tramo de 1.500 metros del río Tajo en el corazón del parque.