El Periódico Extremadura

El Periódico Extremadura

junta y CHT estrecharán la vigilancia de los embalses que afectan al espacio protegido

El agua embalsada en Monfragüe ha caído un 45% en el último año

Estado de la cola del embalse de Alcántara en el extremo que alcanza la zona de Monfragüe, el pasado verano. CEDIDA

El punto de partida de las masas de agua en torno al Parque Nacional de Monfragüe es peor que el del año pasado, mientras la primavera ha tomado temperaturas estivales y queda todo le verano por delante. Los embalses que afectan al espacio protegido acumulan un 45% menos de reservas que en la misma semana de mayo de 2021: en Alcántara, Valdecañas y Torrejón, había 3.205 hectómetros cúbicos (hm³) a principios de ese mes y ahora las reservas están en 1.752 hm³, lo que supone que la subida de los termómetros ha llegado a la zona con 893 hm³ menos. La caída más acusada en todo caso corresponde al embalse de Alcántara, dedicado a la generación eléctrica: un total de 733 hm³ de los 893 hm³ que se han perdido en este último año corresponden a esta masa (ha pasado de 2.251 hm³ en mayo de 2021 a 1.518 hm³, ahora) que aunque está a 80 kilómetros de Monfragüe penetra en el corazón del parque. La cola del embalse transcurre entre la presa de Torrejón y el Salto del Gitano. 

La caída de las reservas no es una problemática exclusiva de estos embalses, sino que afecta en general a todas las cuencas y embalses de la región puesto que las precipitaciones están siendo escasas en este año hidrológico y las entradas de agua en los embalses «insuficientes, también en el entorno del parque», puntualizan en la Consejería de Transición Ecológica. Pero la situación en sí preocupa más por el alto valor del espacio, y más aún después de las actuaciones que se llevaron a cabo el año pasado con los desembalases. 

La Junta mantiene abierto el expediente por los desembalses pero insiste en que «no dañaron al parque»

decoration

Todo eso ha motivado que se trate de estrechar la vigilancia en las masas del agua que afectan al espacio protegido y en ese contexto se enmarca el acuerdo que esta semana ha alcanzado la Junta con la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) para poner en marcha un protocolo de actuación que recoja la coordinación entre la administración regional y la dependiente del Gobierno central. «Ante los retos que se avecinan, especialmente en los temas de calidad y cantidad de agua y especies invasoras, hay que conseguir una colaboración lo más efectiva posible», señalan en Transición Ecológica. Eso sí, no existe aún una fecha cerrada para refrendar dicho protocolo.

Nueva regulación

La Junta confía en no llegar a una situación como la del año pasado aplicando la nueva regulación de Ley de Aguas que asegura un caudal ecológico y señala a la CHT como el ente que tiene «el papel esencial» y «la institución competente y la que debe integrar todas las variables» que recoge el nuevo texto legal: los compromisos del Convenio de Albufeira en cuanto a la cantidad de agua que hay que pasar a Portugal, el abastecimiento urbano y las afecciones al Parque Nacional y los usos recreativos o de los regantes.

La Junta mantiene además abierto el expediente que se abrió el año pasado tras los desembalses. Insisten en que «ningún hábitat ni especie de Monfragüe se vio afectado» y señalan que se han seguido realizando análisis en cuanto a la calidad del agua por otras posibles afecciones como vertidos. Sí señalan que los desembalses de entonces, supusieron que se alcanzara un nivel del agua muy bajo en pleno estío y que «las altas temperaturas y la mala calidad general de las aguas del río Tajo, generaron un proceso de eutrofización, que afectó al paisaje». Eso sucedió en la cola del embalse de Alcántara, que a principios de septiembre acumulaba 1.394 hm³, solo 124 hm³ más que ahora.

Compartir el artículo

stats