El Periódico Extremadura

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Fátima Rufo Psicóloga general sanitaria

«Consumir a edades tempranas aumenta el riesgo de sufrir trastornos mentales»

La psicóloga, Fátima Rufo, posa para este diario. EL PERIÓDICO

La primera droga con la que coquetean los adolescentes es el cannabis. Es como si se le hubiera perdido el miedo a sus efectos, pero la marihuana, recuerda la psicóloga Fátima Rufo (ahora trabaja con mayores pero tiene experiencia en adicciones en menores), puede afectar a nuestro nivel cognitivo y a nuestras relaciones sociales. Cuanto antes se comience a consumir, advierte, más riesgo existe de «padecer trastornos mentales» y drogodependencia.

Cada vez se consume a edades más tempranas, ¿qué consecuencias puede tener en el futuro?

Cuanto antes se comience a consumir, y con más frecuencia, aumenta el riesgo de padecer trastornos mentales y de generar dependencia. Además suelen producirse trastornos emocionales como ansiedad y depresión.

La primera droga con la que coquetean los adolescentes es el cannabis. Parece que se le ha perdido el miedo a los riesgos que supone su consumo. ¿Qué problemas puede acarrear?

Al perder el miedo se tiene una falsa sensación de seguridad, por lo que se adoptan mayores conductas de riesgo. Esto lleva a consumir más, lo que favorece la aparición de un trastorno por consumo de sustancias. Se da prioridad a los beneficios placenteros de manera inmediata sobre las consecuencias negativas a largo plazo. El cannabis afecta al nivel cognitivo, a la capacidad de atención, concentración, memoria y abstracción, por lo que les dificultará y generará problemas con los estudios y en sus relaciones con el entorno. Por no decir otros tipos de enfermedades como cáncer o pulmonares.

¿Cómo nos afecta el alcohol?

El consumo excesivo de alcohol puede provocar graves trastornos físicos, psicológicos y del comportamiento. Favorece las conductas de riesgo, ya que el alcohol desinhibe y, además, provoca una falsa sensación de seguridad. Por ello, está más relacionado con accidentes de tráfico y/o con prácticas sexuales de riesgo. Se puede llegar a la intoxicación etílica, que puede provocar un coma e incluso la muerte. A largo plazo la presencia de alcohol en nuestro organismo es responsable de cirrosis hepáticas y encefalopatías. 

En los últimos años ha crecido el consumo de benzodiacepinas para colocarse, ¿qué puede suponer mezclarlas con alcohol?

Las benzodiacepinas son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central. Tienen efectos sedantes, ansiolíticos, hipnóticos, anticonvulsivos y miorrelajantes. Cuando se mezclan con el alcohol se incrementan los efectos sedantes de ambas sustancias, además de la toxicidad para el organismo. Su uso no puede ser recreativo o para situaciones puntuales; siempre deben ser prescritos por un especialista.

¿Las consecuencias de las adicciones son irreparables?

Todas las adicciones son consideradas como una enfermedad que requiere un tratamiento multidisciplinar y personalizado. Cuanto antes se trate, antes se podrá actuar para disminuir los riegos y reducir los daños.

¿Hay un perfil de consumidores?

Estudios basados en la evidencia científica demuestran que los hombres son más propensos a consumir sustancias ilegales tales como cannabis o cocaína y las mujeres a fármacos tranquilizantes como las benzodiacepinas. La baja tolerancia a la frustración, la baja autoestima o la edad de comienzo del consumo se relacionan con un mayor consumo de drogas.

¿Cuáles son las señales que pueden alertar a un padre de que su hijo consume drogas?

El abandono de intereses o aficiones con las que antes disfrutaba, disminución del rendimiento escolar, cambios bruscos en el cuidado y aseo personal, cambios de humor, trastornos del sueño o pérdida de apetito o apetito excesivo.

¿Qué pueden hacer los padres? 

Nunca hay que culpabilizar, perseguir, juzgar o criticar el comportamiento, ya que esto provocará rechazo. Sí se debe escuchar, dialogar, mostrar efecto y ayuda. Pasar tiempo con los hijos, hablar con ellos, escucharles, prestarles atención y darles apoyo y cariño hará que la capacidad de influencia sea mayor. Cuando sea evidente el consumo, se debe pedir consejo a un profesional.

¿Se puede conseguir dejar de consumir y rehacer la vida?

España posee una amplia red de centros ambulatorios de tratamiento, distribuidos por todas las comunidades autónomas, que a su vez se complementan con recursos sociosanitarios de inserción social y laboral. La recuperación es posible y rehacer la vida también. 

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