El campo extremeño irá a la huelga los días 16, 17 y 18 de junio; jueves, viernes y sábado de la próxima semana. Los sindicatos registraron este viernes la convocatoria tras quedar rotas la negociaciones con la patronal agraria en la reunión con los mediadores; después de no lograr alcanzar un pacto sobre el convenio del campo en el que trabajan desde hace más de un año y del que dependen unos 60.000 empleos. Era la última oportunidad que se daba a la búsqueda negociada del acuerdo, e incluso llegó a haber visos en los días previos de que se pudiera llegar a producir. Pero esta vez tampoco fue y la convocatoria de huelga llega justo en el momento en que más actividad se concentra en el sector agrario con las campañas de la fruta en marcha.

A la mediación se había recurrido hace diez días en busca del consenso y la de este viernes era la tercera reunión. Los representantes de los trabajadores enviaron el pasado martes una propuesta a las opas, trabajaron sobre ella en la última reunión de la semana pasada (el viernes) y se alcanzaron algunos avances. En esta nueva reunión, la patronal planteó una contrapropuesta que acabó siendo el detonante de la ruptura. Desde el primer momento las partes tuvieron claro que no iba a ser posible el acercamiento, según confirmaron a este diario representantes de las opas y de los trabajadores, y la negociación entre ambos apenas duró unos minutos.

La nueva propuesta de la patronal ha puesto de manifiesto la imposibilidad de avanzar en la negociación por parte de opas y sindicatos, y los mediadores tampoco han conseguido después acercar las posiciones. La negociación se ha dado por cerrada y rota cuatro horas después; con un acta sin avenencia (sin acuerdo) que la patronal se ha negado a firmar y con un cruce de acusaciones entre las partes sobre la falta de disposición a buscar el acuerdo. Las dos partes se reprochan mutuamente el inmovilismo en las posiciones que defendían y el rechazo a la propuestas de los otros.

Los sindicatos: "Recortan derechos"

Para los sindicatos, la patronal ha llegado con una propuesta «cerrada con sus posiciones sobre todos los asuntos que estaban en disputa y con el planteamiento de que eso era lo que se aceptaba en bloque o nada», afirmó el secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro UGT-FICA Extremadura, Ricardo Salaya. Entre las cuestiones con las que los sindicatos se han negado a transigir, según explicó, está el planteamiento por parte de la patronal de unas tablas salariales «por debajo del salario mínimo (SMI), a las que se añadía un complemento con el que se elevaba la cuantía para cubrir lo que marca el SMI en estos momentos, pero absorbiendo en él las antigüedades de los trabajadores». «Nosotros no podemos firmar una tabla salarial por debajo del salario mínimo y entiendo que los mediadores y la inspección de trabajo tampoco lo podrían aceptar», aseveró. A última hora de la mañana, Salaya y el secretario general de CCOO de Industria en Extremadura, Saturnino Lagar, registraron la convocatoria de huelga para los días 16, 17 y 18 de junio.

«No podemos aceptar propuestas para recortar salario y más derechos», coinciden los sindicatos

Las dos partes coinciden en que tras las dos primeras reuniones que se llevaron a cabo la semana pasada, se habían logrado algunos avances; pero si se vio una posibilidad de acuerdo fue un espejismo que acabó saltando este viernes por los aires. «No podemos aceptar propuestas para recortar más derechos y más salarios; y lo que la patronal nos plantea es una fuente inagotable de recortar salarios y derechos, y que todos los beneficios sean exclusivamente a la empresa», criticó Lagar. «No pueden pretender devolvernos al siglo XIX, trabajando todas las horas posibles, ganando lo mínimo y que con el bocadillo prácticamente les baste. Plantean mantener las horas que ya tenemos en el convenio, pero también que no se pague el plus de transporte, el de fumigación o el nocturno. Es una barbaridad y no pueden reírse de los jornaleros», añadió el representante de CCOO.

La patronal: "Una huelga es una irresponsabilidad"

Desde la patronal, el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, reprocha igualmente a los representantes sindicales que "no aceptan ningún tipo de negociación, solo la imposición de su documento y su propuesta" sin que se haya planteado mover "ni un dedo" en el caso de la propuesta de la patronal.

"Me parece que es una irresponsabilidad no estar en disposición de llegar a un acuerdo viendo la situación que tenemos en Extremadura. Lo que menos le conviene al campo ahora es una situación de conflicto social". Sobre las discrepancias que han mantenido en cuanto a las subidas salariales aprobadas por el gobierno, ha señalado que "evidentemente hay que cumplirlas", pero rechaza que se mantengan "todas las garantías del antiguo convenio del campo". "Queremos renegociar cosas del antiguo convenio para hacer frente a esa subida", ha señalado.

La opa que representa a las centrales hortofrutícolas y que se sienta por primera vez a negociar el convenio tras tumbar el anterior insistió en la disposición a seguir negociando. «No hemos puesto ninguna línea en la que no se pueda negociar algo. Todo es negociable», afirmó Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex. Recalcó que la patronal había cedido en una de las cuestiones que reclamaban las organizaciones sindicales y aceptaban mantener las 1.768 horas anuales que ya incluía el convenio anterior en lugar de elevarlo por encima de las 1.800 que ellos plantearon inicialmente. «Nos convertíamos en el convenio con las horas más caras de España. Pero después de que nosotros traspasáramos nuestras líneas rojas, los sindicatos no han querido negociar nada», según explicó. A su juicio, la situación actual para los trabajadores del campo sin un convenio en marcha es «de indefensión».

«Es irresponsable no ir a un acuerdo. Lo que menos conviene al campo es un conflicto social» dicen la patronal

El responsable de Acción Sindical y Agricultura de UPA-UCE, José Cruz confía en que sea posible reconducir el diálogo de alguna manera antes de llegar a los paros. "La fruta tiene su periodo de maduración y de recogida, y los mercados nacionales e internacionales están en el punto más alto. La situación es muy complicada ahora mismo y las temperaturas que tenemos tampoco ayudan", ha señalado. "Confiamos en que al final se pueda reconducir la situación y que todos podamos llegar a un punto de encuentro", ha añadido. 

El problema de fondo en el diálogo es que opas y sindicatos tienen distintos puntos de partida tras la sentencia que tumbó el año pasado el convenio negociado sin la presencia de la asociación de fruticultores, Afruex. Para la patronal ese convenio fue rechazado entonces y lo que rige la negociación ahora es el estatuto de los trabajadores (un acuerdo de mínimos) que es lo que marca la ley, mientras que los sindicatos entienden que, si bien eso es lo que dicta la ley, las condiciones que ya se pactaron deben seguir vigentes y no pueden plantear lo que supondría un paso atrás en las condiciones de los trabajadores del campo.