El Periódico Extremadura

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OLA DE CALOR

Más peligro de ahogamientos en Extremadura

Con la subida de las temperaturas comienza el éxodo hacia las zonas de baño. El pasado año murieron 12 personas en las aguas de la región, por lo que las autoridades llaman a extremar las precauciones

Meterse al agua de repente es una de las conductas consideradas de riesgo. EFE

«Es algo que se da cada año, lanzamos campañas para prevenir pero que desgraciadamente ocurre». Habla Víctor Manuel Domínguez, director autonómico de Emergencias de Cruz Roja, de los ahogamientos. Con la llegada del calor, buena parte del ocio se traslada a las zonas de baño. Por eso, el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, también hacía un llamamiento ayer a la precaución en estas zonas, sobre todo en las no vigiladas, ya que se han producido en los últimos días «noticias sobre ahogamientos como consecuencia de intentar vencer el calor», afirmaba.

«Hay más riesgos en las zonas no vigiladas pero sobre todo cuando hablamos de espacios naturales», explica Domínguez. «Son lugares que no están preparados, donde se pueden dar temporales, una subida o bajada repentina del caudal, algún desprendimiento de roca... Y estas circunstancias no cambian cada año sino cada día o de un momento a otro», añade. 

En Extremadura el pasado año murieron 12 personas víctimas de ahogamiento, según el informe anual de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. 

En otro informe más detallado que tiene esta misma organización en el periodo que comprende de 2015 a 2019 destacan tres datos: la mayoría de los ahogados son varones (hasta el 86% en 2019), la mayor parte de estos sucesos se dan en ríos, y el 100% --salvo en 2015 (75%)-- se produjeron en zonas no vigiladas. En ese periodo 31 personas fallecieron por ahogamiento en espacios acuáticos de la región. Este documento también confirma que la mayoría de los decesos por esta causa se dan en el periodo estival.

«El hecho de que la mayoría de las víctimas sean hombres quizás tenga que ver con que en estos accidentes hay a veces un factor de confianza extrema, de pensar que conocemos el entorno. Por otro lado, también muchas veces tienen patologías asociadas que al sufrir por ejemplo un cambio brusco de temperatura por el agua puede provocar la desgracia», dice Domínguez. 

Canales

«Los canales y las acequias se han hecho para el agua de riego, no para bañarse». Es el llamamiento en el que insiste Miguel Leal, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Orellana, el que tiene más regantes --unos 12.000- y más hectáreas --alrededor de 60.000-- en toda la región. Fue en una acequia de este canal en la entidad menor de Hernán Cortés donde ocurrió uno de los ahogamientos más traumáticos que se recuerdan en los últimos tiempos de la región, con la muerte de dos adolescentes de 15 y 17 años en julio de 2020. «Ese año por el covid no abrieron las piscinas municipales pero realmente que la gente vaya a bañarse a los canales son casos aislados. Lamentablemente algunas veces sí se utilizan y pasan desgracias», deplora. 

La vigilancia en estos lugares es imposible, por eso Leal insiste en el sentido común: «Tenemos más de 2.000 kilómetros de acequias, es imposible vigilarlas porque tendrías que poner a 2.000 tíos. Pero hay carteles por todas partes de ‘Prohibido bañarse’, es utilizar el sentido común e irse a las piscinas municipales», subraya Leal.

Consejos

El sentido común es también a lo que apela Domínguez para evitar sustos en el baño: «Hay que evitar correr cerca del agua, ya sea en piscinas o en otros espacios. También meterse de manera controlada, poco a poco, ya que si nos tiramos de golpe podemos provocarnos un shock térmico y en las zonas naturales tampoco sabemos la profundidad. Es muy importante nunca bañarnos solos y sobre todo prestar especial atención a nuestras personas de riesgo: mayores y niños. Hay que recordar que aunque haya socorristas los responsables de los menores son los padres o los tutores que estén con ellos», indica.

Unos consejos básicos que pueden marcar la diferencia para que una actividad de ocio no se convierta en tragedia. Si el sol aprieta el éxodo al agua es lo natural, pero siempre con responsabilidad.

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