Ocho banderas azules en Extremadura y 37 zonas de baño dentro del sistema Náyade, el sistema de información sanitaria que comparten el Ministerio de Sanidad con las administraciones regionales y locales, y que recoge datos sobre la calidad del agua de las zonas de baño. En ambos casos, Extremadura es un referente de la costa de interior, con lo que el agua es también un recurso destacado para animar las reservas. «El turismo familiar disfruta de estancias más largas en zonas de baño y zonas naturales, atraídos también por la gastronomía», reconoce Victoria Bazaga sobre el perfil de visitantes que demandan ese tipo de recursos, un filón para las localidades del entorno.

«Esperamos que la bandera azul tenga repercusión y lleguen más visitantes. Aún es pronto porque la izada de la bandera ha sido este viernes (ayer), hasta el día 1 de julio no se abre la playa y la gente se ha acostumbrado a reservar con muy poca antelación», valora Félix Caballero. Regenta la casa rural El Nidal, en Casas de Don Pedro, que estrena este verano una de las ocho banderas azules que ha recibido Extremadura, seis de ellas nuevas. «Contribuirá a ponernos en el mapa como hizo antes la Reserva de la Biosfera, y será un impulso a la llegada de visitantes», razona el empresario de turismo rural, que alude a «la experiencia» y los buenos datos que acumula Orellana la Vieja. «La afluencia ya es tremenda allí y este es año estaba siendo ya muy bueno antes de la bandera, hay movimiento», ahonda.

Desde 2010

La playa Costa Dulce de Orellana la Vieja, fue la primera que logró una bandera azul en Extremadura, en 2010, que aún mantiene. La playa La Dehesa de Cheles, ha revalidado una vez más la distinción que obtuvo en 2019; y a ambas se han sumado este año otras seis zonas de baño que estrenan el reconocimiento, todas ellas en la provincia de Badajoz: Alange; Campanario; Los Calicantos (Casas de Don Pedro); Isla del Zújar (Castuera); El Espolón-Peloche (Herrera del Duque) y Talarrubias-Puerto Peña (Talarrubias). El puerto deportivo de Orellana la Vieja, también ha renovado su bandera azul. La distinción, a la que se accede presentando la candidatura, reconoce la calidad del agua, que debe ser «excelente», según se recoge en sus bases; pero también la gestión y la educación ambiental o los servicios. 

Junto a eso hay además 37 zonas de baño de la región que someten la calidad de sus aguas y las instalaciones dentro del Sistema Náyade. Extremadura es la comunidad con más kilómetros de costa interior (más de 1.500 kilómetros) y está también a la cabeza entre las playas continentales someten la calidad de sus instalaciones a los controles que cada año realiza el Ministerio de Sanidad. Solo le aventajan Galicia (con 66) y Castilla y León (42) según los últimos datos publicados por este censo. 

En el resto de regiones de interior, les siguen Castilla-La Mancha (36), Aragón (26), Madrid (4) y La Rioja (1). Dentro del Náyade hay 23 enclaves en la provincia de Cáceres y 14 puntos en la de Badajoz. Entre ellos están las 8 banderas azules que ondean también en algunos destinos, pero también otros puntos en los que la valoración que se les otorga es «insuficiente»: Cabañas del Castillo, Cañamero, Castañar de Ibor, Madrigal de la Vera, Santibáñez el Alto y Torre de Don Miguel . 

Al margen de las zonas de baño que apareen en el censo del sistema Náyade hay muchas más piscinas naturales, gargantas y zonas fluviales en la región, principalmente en el norte en las zonas del Valle del Jerte, La Vera, Sierra de Gata o Las Hurdes. No hay un censo oficial que las registre todas, y que no estén dentro de estos censos que miden la calidad no indica nada al respecto, más allá de que no se someten a esos controles o que no han buscado la acreditación de sus aguas e instalaciones.