La Junta aprobó este martes un decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC) la montería y la rehala en Extremadura, con la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial, para reconocer que ambas modalidades de caza forman parte de una tradición cinegética que constituye un «valor identitario» en la región.

El portavoz de la Junta de Extremadura, Juan Antonio González, destacó que ambas actividades tienen un «carácter histórico» en la comunidad autónoma, además de «un gran alcance económico».

González subrayó el apoyo del Ejecutivo extremeño a la caza por tratarse de «un sector importantísimo» que genera empleo y riqueza en la región y fija la población al territorio. «La caza es un elemento necesario en el equilibrio de los ecosistemas», recordó; y señaló que en Extremadura uno de cada tres hogares tiene una licencia de caza o de pesca.

González resaltó igualmente que la caza mueve en la comunidad extremeña en torno a 400 millones de euros anuales, es decir más del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Además, precisó que actualmente hay unas 70.000 licencias de caza.

Reacciones

Por su parte, la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) consideró la declaración de la montería y de la rehala como BIC un hecho «histórico» para la región y un «espaldarazo» al sector cinegético a corto, medio y largo plazo. «Forman parte de la cultura, de los pueblos y del paisaje», expresó el presidente de Fedexcaza, José María Gallardo.

También el diputado del Grupo Parlamentario Ciudadanos en la Asamblea, Fernando Baselga, manifestó que este reconocimiento «consolida» al sector cinegético extremeño. «Tiene una repercusión importante no solo a nivel económico sino también a nivel social en la mayoría de los pueblos», agregó.