El Periódico Extremadura

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PERSONAS LGTB CON DISCAPACIDAD

Luisfer y José, un amor muy capacitado

Esta pareja lanza desde Alcuéscar el proyecto VIVA, para promover la vida independiente. Quieren romper con su «infantilización», también dentro del colectivo homosexual

Luisfer y José posan en un parque a las afueras de la residencia CAMF. CARLA GRAW

«Me tocó el premio gordo». Así define José López su relación con Luisfer Sánchez-Moreno. Era 2016 y él, de padres franceses, vivía en Valencia, cuando conoció en persona a quien es hoy su pareja, con quien había hablado previamente por redes sociales. «Se atravesó toda España para venir a verme», rememora. Sánchez-Moreno es natural de Badajoz y hoy ambos viven juntos en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física (CAMF) de Alcuéscar. La pareja recibe a este periódico en la sala de informática en la que trabajan en el proyecto que les ha ocupado buena parte de su tiempo en los últimos meses y lo seguirá haciendo en los próximos: la asociación VIVA (Vida Independiente en Viviendas Asistidas). «El nombre responde a una filosofía de vida, porque proponemos vivir y disfrutar de la vida. No podemos ver nuestra condición como algo negativo, porque entonces nos veríamos a nosotros mismos así. Las residencias, como esta en la que vivimos, son una opción, pero también debe haber la de vivir de manera independiente», explica López. «Y no supondría un gasto, al contrario, es una inversión, porque tendría la opción de ir a trabajar, de salir a comprar, de consumir… Aquí nos lo dan todo hecho y yo solo elijo la ropa que me pongo. El precio de la dependencia también es muy alto a nivel económico y sobre todo lo es a nivel emocional», expone. 

Él ya vivía de forma independiente en Valencia, donde contaba con un asistente, figura que, subrayan, no es la misma que la de un cuidador. «Te lo explico de esta manera: yo conquisté a Luisfer con unas lentejas –ríen--. Pues yo le decía a mi asistente: pon tanto tomate, añádele cebolla…». «Es una persona que te apoya en lo que haces», añade Sánchez-Moreno. «Para mí vivir de manera independiente es igual a empoderarme, a ser un sujeto activo», insiste López.

«Armarios»

Ambos, que nacieron con parálisis cerebral, denuncian la «infantilización» que todavía predomina a día de hoy en el trato a las personas con discapacidad, también dentro del colectivo LGTB. 

«Hay un desconocimiento tremendo y diría que cierto miedo. Primero porque no se nos ve como hombres ni tampoco como deseables, se nos ve como a niños que juegan a papá y mamá. Más que un armario o una mochila eso es una losa», lamenta López, quien rememora la única vez que estuvo, hace varios años, en un bar de ‘ambiente’: «Fui con una amiga y yo no es que buscara tema, solo quería tener una conversación natural con gente nueva. Pues todo el mundo ‘ay, qué bonito’», recuerda contrariado. Sánchez-Moreno por su parte reconoce que nunca ha intentado frecuentar estos locales. 

De hecho, no ‘salió del armario’ hasta que no reconoció su relación con López. «Cada persona tiene su momento y no hay que decirle cuándo hacerlo, sino que lo hará cuando se sienta seguro y se sienta bien», dice. Al principio, la pareja se presentaba en su entorno como «amigos» aunque hoy admiten que quizás esas personas ya sabían que estaban juntos antes de que lo verbalizaran. 

«Más que contarlo fue un proceso de poco a poco, de irlo dejando ver. Nosotros venimos de un tiempo en el que era algo más oculto, pero eso ha cambiado», narra Sánchez-Moreno. Por su parte López recuerda: «Estaba deseando de que mis cuñados me vieran como un cuñado pero hay que respetar los tiempos de cada uno». Él le contó a su padre que era homosexual cuando tenía 35 años: «A mí no me gusta hablar de armarios, creo que eso está muy viejo, pero sí de una carga, de una mochila. Yo empecé a dudar cuando tenía 20 años y hasta 15 o 16 años después no lo conté abiertamente, imagínate lo que eso supone. Liberarte de esa mochila es quitártela y por fin poder decir este soy yo». Aún así, una vez lo hizo tuvo algún conato de arrepentimiento, hasta que conoció a su actual pareja. «A veces pensaba, me la he jugado con mi familia para qué. Yo tenía una vida independiente pero me faltaba esa complicidad, ese apoyo, hasta que conocí a Luis. Desde entonces sé que sí valió la pena», cuenta emocionado.

Ambos trabajan en la creación de la página web de VIVA. CARLA GRAW

Barreras

 La pareja no está casada. «Aún no le he podido echar el guante del todo», bromea López, pero se pone serio para explicar una de las razones reales: «Si nos casáramos perdería mi pensión». 

 «¿Conoces el concepto de capacitismo? Pues eso es por lo que pasamos las personas con discapacidad», dice Sánchez-Moreno. El capacitismo implica que las personas con discapacidad o diversidad funcional deben adaptarse a la norma o ser excluidas de la sociedad. Por ejemplo, viajar juntos no es una tarea nada fácil: «Mérida o Cáceres son ciudades más turísticas y hay algunas opciones pero en otros sitios olvídate», cuenta Sánchez-Moreno a la vez que recuerda con cariño que justo antes de la pandemia fueron a un apartahotel en Badajoz: «Estuvimos 15 días, con la familia, pude moverme con mi silla y conocer mi ciudad, porque en realidad yo antes siempre había estado encerrado», apunta feliz.

«Creo que al final tenemos la capacidad de ver el vaso medio lleno. Mi diversidad funcional me hace valorar las pequeñas cosas de la vida que quizás otras personas no reparan tanto, como ir a comer a un restaurante, lo disfruto mucho», dice por su parte López.

Ambos creen que se ha avanzado mucho en derechos, también en el colectivo LGTB, pero advierten de que se debe mantener la guardia alta: «Tenemos que tener los ojos bien abiertos porque hay determinados partidos con unos discursos que nos pueden devolver para atrás. Para mí todos los extremos son malos y la clave está en hacer política con y para las personas», apunta López.

Precisamente, para promover ese tipo de políticas y seguir armando su proyecto VIVA, la pareja ha viajado esta semana a Cáceres para que su organización se adhiera a Cocemfe-Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad. Además, están en el proceso de creación de su propia página web, con la ayuda del NCC Montánchez, y hacen un llamamiento para que toda aquella persona interesada en unirse les escriba a proyectovivaextremadura@gmail.com. 

Definen su asociación como una forma de promover que cada persona «pueda dibujar su vida como quiera». Ellos, de la mano, ya están pintando la suya.

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