El Periódico Extremadura

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los efectos de la inflación en las familias extremeñas

El alza de los precios paraliza las reservas en las agencias de viajes de Extremadura

El combustible y subidas de hasta un 30% en los hoteles lastran las vacaciones de los extremeños. Benidorm y la Costa del Sol, más baratos por su mayor oferta, son este año los destinos favoritos

Trabajadoras de una agencia de viajes atendiendo a varios clientes. EL PERIÓDICO

Prometía ser el verano perfecto por el ahorro acumulado y las ganas de viajar tras dos años de restricciones a causa del covid, pero lo cierto es que el alza de los precios y la inflación generalizada están lastrando las vacaciones de los extremeños: acortar estancias, cambiar a destinos más económicos o, directamente, cancelar la reserva que hicieron hace meses son algunas de la situaciones que están viviendo estos días las agencias de viajes de Extremadura. «El cliente está indeciso y el sector expectante, con el gran interrogante de cómo va a acabar el verano», afirma María Eugenia Flores, presidenta de la Asociación Europea de Agencias de Viajes de Extremadura (Aedavex), colectivo que aglutina al 50% de los establecimientos particulares de la región.

Cádiz se mantiene como la costa más cara de España: "Para cinco noches en el puente de Extremadura no hay nada más barato que un apartamento por 500 euros"

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Según explica, tras una primavera en niveles de actividad parecidos a los de 2019, las expectativas para este verano en el sector extremeño eran buenas. Hubo un parón coincidiendo con el inicio de la guerra en Ucrania (el turismo es «muy sensible» a todos los movimientos geopolíticos, recuerda Flores), pero luego el mercado se estabilizó. Sin embargo, el incremento «tan brutal» del precio de los combustibles y las subidas que han aplicado los hoteles, del 20% e incluso el 30%, han hecho que muchos extremeños se replanteen sus vacaciones. «Hay ganas de viajar, pero la situación está afectando», reconoce Flores. 

Lo más habitual es acortar la estancia: de una semana a cinco noches, pero también hay quien está directamente cancelando debido al precio del combustible, que encarece considerablemente los largos viajes de Extremadura a la costa, o la huelga aeroportuaria. «Hay personas que por el precio de la gasolina habían optado por destinos como Canarias y Baleares, pero de repente ha surgido un calendario de huelga y la gente se siente más insegura», lamenta la presidenta de Aedavex. 

El parón de las ventas

En Viajes Suroeste, una agencia con más de 41 años de trayectoria en Cáceres, no han tenido cancelación de reservas, pero sí «un parón de ventas muy grande». «La gente está preguntando mucho, entran y piden presupuesto, pero reservas efectivas nada», comenta su directora, Montse Fernández. En su caso, no cree que la actividad vaya a llegar a las cifras de 2019. Calcula que en abril y mayo el incremento del precio de los hoteles había sido ya de un 10%, pero ahora, a las puertas de la temporada alta y extra para cualquier destino, habla de un 20% e incluso un 30% más. 

Dentro de todo lo que se ha encarecido, se siguen manteniendo buenos precios en los circuitos nacionales. También destinos como Egipto tienen un precio razonable, y el Caribe típico: Punta Cana y Riviera Maya se mantienen». Para el resto, los precios están «por las nubes». «Los cacereños siguen pidiendo lo mismo: Huelva y Cádiz, hasta que das los precios. Y acaban en la Costa del Sol y Benidorm, que siguen siendo los más baratos porque la infraestructura hotelera es mucho mayor y hay más competencia», explica Fernández.

Cádiz se mantiene como la costa más cara de España: para cinco noches en el puente de Extremadura, del 7 al 11 de septiembre, una familia de dos adultos y dos niños no tiene nada más barato que un apartamento por más de 500 euros. «Y de ahí para arriba», advierte. 

En la misma línea se expresa José Antonio Rodríguez, propietario de Viajes José Antonio, con sedes en Mérida, Zafra y Fuente del Maestre. «Hoy por hoy es más barato ir al Caribe que a cualquier destino nacional», asegura. En su caso, considera que este año la gente tiene ganas de salir tras dos años de pandemia y se adapta al precio. «El problema real vendrá el año que viene, porque ahora nadie ahorra», señala. 

Y en este contexto, las agencias resisten «como pueden». «Esperando que la gente se anime, aunque está complicado», dice Montse Fernández de Viajes Suoreste. En el caso de José Antonio, hablan de una «montaña rusa» que todavía les mantiene en erte: de los siete trabajadores con los que cuenta la empresa, cuatro de ellos siguen a día de hoy con reducción de jornada porque no se ha recuperado la actividad previa al covid.

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