El Plan de Formación Profesional (FP) de Extremadura 2022-2027, que ayer fue registrado en la Asamblea de Extremadura y que cuenta con una dotación mínima de 811 millones de euros, se plantea como «la palanca para el cambio productivo que necesita la región».

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, hizo esta consideración en una rueda de prensa conjunta con los portavoces del área educativa de los cuatro grupos parlamentarios en la Asamblea, para dar cuenta de este plan, que fue aprobado por unanimidad en el pasado Debate sobre el Estado de la Región.

Gutiérrez, que agradeció este consenso, puso de manifiesto que hay estudios que plantean que tres cuartas partes de los empleos estarán vinculados a la FP en un futuro inmediato, de ahí la importancia de que Extremadura esté preparada para ello.

Alineado con la Ley de Formación Profesional nacional, el plan extremeño cuenta con cinco ejes estratégicos, los relativos a la a prospección y el mercado laboral y al nuevo modelo de acompañamiento y orientación profesional; así como los que se centran en la oferta de formación, en la formación dual y la innovación que necesitan estas enseñanzas en la región. «Este plan va a contribuir a una formación continua, a la cualificación y a la potenciación tanto de los profesionales como del alumnado en todos los ciclos de FP», destacó la consejera.

La gigafactoría

Asimismo, precisó que el incremento experimentado ya este año situará a Extremadura en una oferta de FP de un 24%, mientras que en 2019 estaba en un 1,6%.

Además, anunció que en el próximo curso escolar se implantarán 40 nuevos certificados de profesionalidad en 25 institutos de la región, como una de las primeras medidas del desarrollo del plan, que apuesta por un sistema único de FP que «identifique las competencias de nuestro mercado laboral».

A su juicio, esto es clave para afrontar los retos presentes y futuros de la comunidad autónoma, no solo para las empresas que ya están implantadas en el territorio sino también para los proyectos futuros, que tienen que ser «capaces de dotarse de los perfiles profesionales» que demandan.

En este sentido es clave la gigafactoría que se instalará en Navalmoral de la Mata, la cual requerirá perfiles profesionales relacionados con la FP, determinada formación específica que Extremadura deberá ofrecer para poder cubrir los puestos de trabajo que se generarán.