El Periódico Extremadura

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Los camping resisten en un verano incierto y prevén llenar en agosto

La campaña se aceleró en el mes de junio, pero se ha resentido en julio con la inflación y los incendios. El turismo «al aire libre» mantiene el tirón de los dos últimos años, pero con estancias más cortas

Caravanas y bungalows en en el camping de Cáceres, en una imagen de archivo. Francis Villegas

Los camping resisten en un verano incierto, con una montaña rusa en las reservas que había cogido fuerza durante la primavera, pero se detuvo en la ultima quincena de julio. Es una época tradicionalmente buena y lo normal es acercarse a cifras de ocupación del 100%; sin embargo la inflación y la psicosis por los incendios en ese periodo (coincidieron en Extremadura los de Las Hurdes, Casas de Miravete y la Garganta de los Infiernos...) provocaron muchas cancelaciones incluso en los establecimientos que estaban en zonas alejadas; y marcaron un punto de inflexión en estos negocios tras dos años de crecimiento exponencial. Desde 2020 no han parado de aumentar las reservas, aupadas por tratarse de una propuesta de alojamiento turístico independiente y al aire libre por un precio ajustado; y también como efecto colateral del tirón que las caravanas y autocaravanas han tenido desde entonces. Y tienen. 

«Está siendo un año bueno, pero no se están cumpliendo las expectativas que teníamos para el verano, tras los buenos datos de los puentes y de la Semana Santa», reconoce Víctor Manuel Carrón, presidente de la Asociación de Campings de Extremadura, que agrupa a 13 establecimientos de la región. Esperaban alcanzar el 100% de ocupación en los establecimientos en el mes de julio, pero eso solo se ha cumplido en los bungalows y más bien en los fines de semana y en la primera quincena de ese mes. 

Las expectativas de un año de récord tras los buenos datos de la primavera, se han moderado en los últimos días

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«Con los incendios se creó una alarma generalizada en España de que toda Extremadura estaba ardiendo; empezaron a llegar cancelaciones en esa semana (se iniciaron entre el 11 y el 16 de julio) y esas cancelaciones no se recuperan. Aún hoy mucha gente llama antes de venir para preguntar cómo está situación con los incendios», reconoce Carrón, gerente también el camping Río Jerte, en Navaconcejo. 

Esa circunstancia ha lastrado la actividad en la segunda quincena de julio, aunque esperan recuperar movimiento a lo largo de este mes de agosto, cuando registran tradicionalmente los mejores datos tras la Semana Santa. «Agosto siempre es un mes bueno y creemos que este también lo va a ser», señala el presidente de los camping extremeños. Confían en que los bungalows vuelvan a alcanzar el 100% y que el nivel de ocupación de las parcelas supere las cifras del mes de julio con más holgura aunque, eso sí, con más rotación de clientes y estancias más cortas; el modelo que se ha impuesto con la subida generalizada de precios.

Una opción para el turismo en auge

Este tipo de instalaciones están en pleno auge en Extremadura. En la región hay una red de camping integrada por 33 establecimientos de los que hay 26 activos esta temporada con 9.201 plazas, según los datos de la Consejería de Turismo. La mayoría de los establecimientos son propiedad de empresarios privados (15), pero hay 11 de titularidad pública aunque con gestión privada vía Gebidexa. De ellos hay en estos momentos siete que están cerrados: cinco de ellos por reformas y otros dos por problemas con los adjudicatarios de la concesión. 

Hay que recordar que la gestión de los establecimientos de Monesterio y Castañar de Ibor está judicializada en estos momentos después de que Gebidexsa presentara una demanda, que ha motivado el cierre de ambos «por seguridad y abandono de la empresa adjudicataria», precisan en Turismo. En concreto están abiertos el de Pino (Pinofranqueado); Balcón de Orellana (Orellana la Vieja); Monfragüe (Malpartida de Cáceres) y Aguas Claras (Valencia de Alcántara).

Además hay otros cinco establecimientos públicos cerrados de momento porque se están sometiendo ya a acciones de mejora o se están tramitando los proyectos para poder llevarlas a cabo. «La mayoría tienen una antigüedad superior a los 25 y 30 años», precisan en la consejería. Son los de Gata, Alcántara, Talarrubias, Cuacos de Yuste y Azuaga.

«No vale con llenar solo del 12 al 15 de agosto. Hace falta continuidad»

«El año pasado colgamos el cartel de ‘completo’ ya en el mes de julio. Y eso no ha pasado aún este año», apunta Inés Vicioso, del equipo directivo del camping El Pinajarro, en Hervás. Es una de las zonas turísticas por excelencia del norte de la región, pero detectan un cambio de tendencia en la segunda quincena de julio que ha roto con las buena previsiones que tenían para este verano: los bungalows se llenan y se mantiene el pico de demanda con caravanas y autocaravanas, pero sin llenar en las parcelas.

Los bungalows sí se llenan, y se mantiene el pico de demanda de la pandemia con caravanas y autocaravanas

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«Mucha gente se ha ido a la playa este año que ya ha pasado el temor por la pandemia; y entre la subida de precios, las olas de calor y los incendios del mes de julio... Empezamos muy fuerte en junio y en la primera semana de julio, pero luego todo cambió», reconoce. Aun así la previsión del mes de agosto es buena y la próxima semana sí colgarán con toda seguridad ese cartel de ‘lleno’, aunque el pinchazo de julio les lastrará: «No vale con llenar solo del 12 al 15 de agosto. Hace falta continuidad», señala Vicioso.

En el camping de Cáceres aseguran que la situación es de «absoluta normalidad este año» y que los turistas internacionales han vuelto de nuevo; pero Víctor Manuel Carrón, gerente del camping Río Jerte, apunta también a esa ruptura de julio.

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