El Ayuntamiento de Moraleja montó la noche de este miércoles dos puntos de acogida y atención a los vecinos de Torre de Don Miguel evacuados por el incendio forestal de Santibáñez el Alto en unos minutos. Habitualmente la localidad utiliza el centro de emergencias para estas situaciones pero este verano está siendo utilizado por el ejército, que realiza labores de supervisión en la sierra para prevenir incendios. Estas instalaciones están adecuadas con duchas, cámaras frigoríficas y todo lo necesario para atender a las personas que son desplazadas de sus casas por diferentes situaciones.

En cambio los otros dos pabellones donde se encuentran los evacuados por el fuego necesitaban mobiliario y una adecuación previa, pero se consiguió en un tiempo récord. En el Adolfo Suárez se instalaron 400 camas y en el pabellón del colegio de Infantil y Primaria Virgen de la Vega otras 60. Además se solicitó ayuda a las empresas de la localidad moralejana para que cedieran ventiladores, cámaras frigoríficas, agua, bebidas, café, leche, comida,… “La gente se ha volcado, necesitábamos de todo para ofrecérselo a las personas que iban a llegar”, indica Alfonso Gómez, concejal del Ayuntamiento de Moraleja. Poco a poco, además, fueron llegando voluntarios que se enteraron de lo ocurrido a través de las redes sociales y querían ayudar.

A la entrada se improvisó un punto de acceso para identificar a todos los evacuados y tener un control de sus necesidades básicas (medicación, alergias,…). Hasta el momento hay unos 700 evacuados, entre habitantes de la localidad de Torre de Don Miguel, emigrantes y turistas, aunque hasta Moraleja solo han llegado unos 120 y se esperan más a lo largo del día, ya que este jueves no podrán tampoco regresar a sus casas. El resto se aloja en domicilios de familiares. “Hay familias enteras, niños pequeños, mascotas, sobre todo perros, y ancianos que algunos necesitan oxígeno”, señala Alfonso Gómez. Los mayores dependientes y los que residen en el geriátrico del municipio evacuado han sido trasladados a la residencia de Zarza de Granadilla.

En estos momentos hasta los pabellones se han desplazado monitores para realizar actividades infantiles con los más pequeños, con el objetivo de que pasen la estancia lo mejor posible. Los desalojados no podrán regresar a sus domicilios a la espera de la evolución del incendio. Se les facilitará la comida, que ha sido donada por una empresa de cátering de la localidad.

Según ha indicado a Canal Extremadura el alcalde de Moraleja, Julio César Herrero, en los pabellones habilitados trabajan voluntarios de Cruz Roja, Protección Civil, trabajadores sociales, psicólogos y 30 trabajadores municipales. "Ahora se han llevado a 12 niños a la piscina municipal para sacarlos de aquí y que pasen el día", ha comentado. Se les ofrece también atención psicológica aunque de momento el "ambiente es tranquilo". A lo largo del día esperan a unos 40 desalojados más, que la noche del miércoles decidieron quedarse en el camping de Cadalso y en Villasbuenas de Gata. A última hora de la tarde se reevaluará la situación para analizar si pueden o no regresar a sus domicilios.