La localidad de Torre de Don Miguel, en la comarca cacereña de Sierra de Gata, solicita la declaración de zona catastrófica tras el incendio forestal de Santibáñez el Alto de la semana pasada. El fuego, que está ya estabilizado pero no extinguido, arrasó 1.012 hectáreas de cuatro municipios de la sierra: Santibáñez el Alto, Gata, Villasbuenas de Gata y Torre de Don Miguel.

Este último ha sido el más afectado por las llamas. De hecho los vecinos tuvieron incluso que ser desalojados por la cercanía del fuego a las viviendas. Pasaron dos noches fuera de casa, acogidos en dos pabellones que habilitó el Ayuntamiento de Moraleja. Ahora su alcaldesa, Valentina Jiménez, ha solicitado a la Junta de Extremadura y al Gobierno central que su localidad sea declarada como «zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil (antes zona catastrófica) ante el elevado número de hectáreas afectadas y los daños ecológicos, medioambientales y económicos provocados por el incendio forestal».

La regidora agradece asimismo «a todos los vecinos, bomberos forestales, Unidad Militar de Emergencias (UME) y demás medios que entregaron lo mejor de sí para conseguir sofocar el incendio».

El fuego ha sido uno de los más importantes de la temporada, junto con el de Monfragüe y Casas de Miravete. Y pudo ser el «más grande del verano», en palabras de la directora general de Emergencias, Nieves Villar, porque se propagó de forma muy rápida y virulenta debido a las altas temperaturas (la región se encontraba en plena ola de calor) y al viento. Finalmente los servicios de emergencias pudieron darlo por controlado en dos días. Los efectivos realizan ahora labores de vigilancia en el terreno.