El Servicio Extremeño de Salud (SES) potenciará el seguimiento de las enfermedades crónicas tras el verano. Lo anunció esta semana el consejero de Sanidad, José María Vergeles, a través de su perfil de Twitter. Según indicó «se debe hacer un esfuerzo importante para restablecer el modelo sanitario previo a la fase más aguda de la pandemia», para recuperar la atención a estos pacientes. Por eso, para estos enfermos de larga duración, el SES ha creado plazas hospitalarias en residencias de mayores para que puedan continuar sus tratamientos ya fuera del hospital. Están destinadas principalmente a pacientes crónicos, aunque también a los que necesiten un tratamiento continuado en el tiempo después de una intervención hospitalaria.
El proyecto, que costará 8,7 millones, consistirá en la creación de 40 plazas para estas personas repartidas entre las ocho áreas de salud. La idea es crear una zona sanitaria dentro de los centros residenciales, pero independiente de los mismos, en la que serán ingresados. Realmente funcionará como un hospital, con atención de enfermería y visitas médicas diarias, pero en un espacio más relajado y cerca de su domicilio, para que el paciente pueda mantener sus relaciones sociales con las visitas de sus familiares, ya que los hospitales de referencia muchas veces están alejados de los pequeños municipios. Se acaba de adjudicar la parte del servicio correspondiente a la provincia de Cáceres (está dividido en cinco lotes y se han contratado tres) a la empresa Ciudad Jardín SL, que cuenta con varias residencias de mayores en la región.
Se ha adjudicado a Ciudad Jardín el servicio en las áreas de salud de la provincia de Cáceres
Extremadura requería un servicio de estas características porque los hospitales están pensados para una atención orientada a abordar la patología aguda de forma inmediata. Se hace necesario por tanto, reconoce el SES, contar con estas otras estructuras que permitan «una estancia más larga para atender procesos más relacionados con la continuidad de cuidados, aunque manteniendo un abordaje integral». Serán como un hospital porque los enfermos tendrán «cuidados médicos, enfermeros y de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería en régimen continuado y de 24 horas». La atención se completará, añade el SES, con el abordaje social por parte de profesionales de trabajo social y rehabilitación funcional, que ofrecerán fisioterapia y terapia ocupacional.
Según el SES, podrán ocupar estas plazas los pacientes que precisen continuar con su tratamiento y que sigan requiriendo esa atención médica hasta su alta hospitalaria o los que requieran administración de medicamentos o intervenciones terapéuticas para el control sintomático de sus patologías. También los que necesiten recuperación funcional de las capacidades dañadas durante su estancia en el hospital, los que no puedan continuar, por las razones que sea, el tratamiento médico en su domicilio, o los que se encuentren en la última fase de la vida y necesiten cuidados paliativos.
Accesibles a los pueblos
Las camas estarán ubicadas en centros estratégicos (aún no ha trascendido cuáles) para que todos los extremeños puedan acceder a ellas con independencia del lugar en el que residan. Su traslado desde el hospital hasta las residencias será realizado en ambulancia. En estos momentos en la región existen 40 camas para esta finalidad en los hospitales, en Cáceres (20), Don Benito (10) y Mérida (10). Ahora se aumentarán, se sacarán de los centros hospitalarios para descongestionarlos y se distribuirán por más municipios. «Se pretende armonizar esta distribución geográfica de las camas de manera que se mejore la accesibilidad de la ciudadanía, se asegure una mayor cercanía a los lugares de residencia y a sus familias y personas de referencia y se disminuya el arraigo», detalla el SES en la memoria realizada para justificar la puesta en marcha del servicio.
