Más de 15 embalses extremeños se encuentran en situación de alerta ante la extensa sequía que desde hace meses golpea la región. En este momento, el más preocupante es el embalse de La Serena, el más grande de España cuya capacidad ronda actualmente el 12%.

Los embalses, pantanos, presas y riachuelos sufren los efectos de un año con precipitaciones muy esporádicas, además de las temperaturas más cálidas registradas en un mucho tiempo, batiendo récords históricos por encima de los 44 grados. Solo en el mes de julio, Extremadura sufrió la segunda ola de calor más larga de su historia y una de las más intensas.

La situación en estos momentos es muy complicada, especialmente en la cuenca del Guadiana, que hasta hace pocos días poseía unos volúmenes de embalse por debajo del 20% de su capacidad máxima.

El último boletín hídrico del Ministerio para la Transición Ecológica sitúa en un 40% el agua embalsada en toda España y en un 33% la que acumula los embalses extremeños. En ambos casos la situación es bastante critica, especialmente cuando se sabe que la única forma de acabar con la sequia sería con la llegada de abundantes lluvias, una interrogante que persiste. 

Las autoridades europeas se han hecho eco de la situación en la región extremeña. A través de su cuenta de Twitter el programa espacial europeo ha publicado una imagen donde se muestra el cambio radical que ha sufrido la vegetación en el área de Vegas Altas en solo un año. 

La publicación hace énfasis en los daños masivos que han sufrido los cultivos extremeños en la presente campaña y en los más de 15 embalses que se encuentran en estado critico en todo el territorio, a causa de la prolongada sequia.