El Periódico Extremadura

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LA SITUACIÓN DEL FERROCARRIL EN EXTREMADURA

Un mes de retraso en el nuevo servicio del tren Madrid-Lisboa por Badajoz

La nueva conexión vía Entroncamento estaba anunciada para este agosto. Adif asegura que actúa con diligencia y que está a la espera de respuesta de Portugal

Un tren Talgo en Extremadura EL PERIÓDICO

Una nueva frecuencia que permitiría reducir en dos horas el viaje en tren desde Lisboa hasta Madrid. Un servicio que se pondría a funcionar en agosto. Pero el mes se acaba y no hay rastro de este nuevo tren. 

Este pasado 20 de julio la empresa pública lusa de transporte ferroviario, Comboios de Portugal (CP), anunciaba que lanzaría un servicio adicional diario en la Línea del Este, que enlaza Entroncamiento con Badajoz. Los trenes con salida o destino en esta ciudad portuguesa tendrían enlace directo con Intercidades hasta la capital lusa, mientras que solo uno por sentido tendría conexión con el Intercity a Madrid. La novedad no es tal si se tiene en cuenta que esta nueva conexión retomaría el tiempo de trayecto de hace 30 años: de las once horas actuales a nueve, aunque sí supondría una mejoría.

Sin embargo, la falta de acuerdo por los horarios y la combinación entre los trenes de pasajeros y los de mercancías hacen que el anuncio, como ocurre a menudo con el ferrocarril que pasa por Extremadura, se quede en otra promesa en espera. 

Este periódico ha contactado con Adif, a quien la prensa lusa señalaba a finales del mes pasado por supuestamente «bloquear» este nuevo servicio, y el operador ferroviario español ha remitido una suerte de cronología vía correos electrónicos desde el pasado 15 de julio hasta la fecha en la que muestra el intento de acuerdo entre el lado español con Infraestructuras de Portugal (IP) para que entre a funcionar el servicio. 

Así, el 29 de julio, tras una serie de conversaciones sobre otras cuestiones técnicas referentes a las vías y a los pasos de los trenes de mercancías, Adif mandaba una propuesta de horarios al operador portugués. No es hasta el 11 de agosto que IP comunica que va a estudiar con CP estas nuevas alternativas, que incluyen cambiar la propuesta de los trenes de viajeros. Y este 29 de agosto se producía el último movimiento: «18 días después, IP envía a Adif la nueva propuesta para los trenes de viajeros de CP y los ajustes que son necesarios realizar en los trenes de mercancías», aseguran fuentes de Adif, que añaden que el operador español ha iniciado «de manera inmediata» su análisis.

Este periódico ha intentado contactar con la compañía lusa de transportes ferroviarios pero no ha recibido ninguna respuesta.

Aniversario

Se da la circunstancia de que justo este mes de agosto se cumple el décimo aniversario de la última vez que circuló el tren Madrid-Lisboa a su paso por Extremadura, un ferrocarril que llevaba funcionando desde el siglo XIX. Con una infraestructura precisamente de ese siglo, el servicio se cerró a la espera de la nueva alta velocidad, que tampoco ha llegado.

«Nunca debimos dejar de tener ese tren», se lamenta Ángel Caballero, presidente de la Asociación Amigos del Ferrocarril. Precisamente ese año 2012 dejaba de ser director general de Transportes de la Junta de Extremadura. Caballero resalta que: «El problema de aquel tren no era la demanda, sino las condiciones del servicio». Recuerda que se trataba de un ferrocarril con camas que pasaba por Extremadura bien entrada la noche, «a las 2 o 3 de la madrugada», con lo que no era una gran opción para los viajeros extremeños, «salvo en sentido Navalmoral-Madrid, donde lo tomaban por la mañana temprano». Además, rememora: «Tenía problemas y, a veces, descarrilaba».

En cualquier caso, aún a la espera de la Alta Velocidad que una a las dos capitales ibéricas, recuperar ese tren único no está sobre la mesa, pero sí, al menos, la mejora en los tiempos, que es lo que se ganaría con el nuevo servicio anunciado para agosto que aún no ha arrancado: «Como solución provisional para avanzar sería un paso pero tengamos en cuenta que Entroncamento está a la altura de Plasencia y luego baja hasta Badajoz. Una solución más eficaz sería que los portugueses reabrieran la línea de Entroncamento a Marvão, que enlazaría con nuestra línea Valencia de Alcántara-Cáceres», expone. 

El mapa es claro: esa opción es geográficamente más viable, pero Portugal cerró esa conexión también en 2012.

Évora-Elvas

«Cuando finalice la electrificación entre Évora y Elvas, que están haciendo los portugueses y está previsto que acaben el año que viene, junto con toda la electrificación de Badajoz a Plasencia, ahí sí se ganará bastante tiempo», dice Caballero. Por su experiencia, achaca la desidia en las conexiones ferroviarias del Suroeste Ibérico no solo a la dejadez de los sucesivos gobiernos de España, sino también por la idiosincrasia de los vecinos lusos: «Para los portugueses, por su relación con el Reino Unido, todo su afán es comunicarse por arriba. Lo que les interesa es una T invertida, la conexión entre Lisboa y Oporto y de ahí con Europa, por Burgos e Irún», describe.

A pesar de ello, Caballero insiste en que desde el lado español se debe presionar para convencer de las ventajas de un tren que conecte Lisboa con Madrid vía Extremadura, mientras que en la región subraya: «Se debe trabajar para que todas las líneas y ramales con otras localidades confluyan en Mérida para tener músculo de pasajeros».

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