El Periódico Extremadura

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Alternativas energéticas ante la llegada del invierno

La crisis dispara la venta de leña y pellets en Extremadura

El sector estima un crecimiento de hasta el 30-40%, impulsado por el temor a los precios y al desabastecimiento. Los consumidores no esperan al otoño y los distribuidores ya manejan unos plazos de entrega del mes de noviembre

Jorge Martín, de Sertec Extremadura, junto a estufas y pellet. LORENZO CORDERO

«Este año está siendo una locura». Jorge Martín es gerente de Sertec Extremadura, una empresa cacereña que lleva funcionando desde 1989: «Lo que está pasando ahora no lo habíamos visto nunca», afirma.

Con el ocaso del verano y los malos augurios que vienen advirtiendo de un invierno largo y duro con unos precios de la electricidad y el gas en imparable alza por una inflación aún más disparada por el conflicto con Rusia, los extremeños miran a formas de energía alternativas para intentar asegurarse el calor sin que el bolsillo se resienta demasiado. La biomasa, con las estufas de pellet y leña a la cabeza, se presentan como una de las opciones más viables.

Lo confirma Rosendo García, gerente de Red Biomasa, en Badajoz: «El interés ha aumentado, tenemos bastantes más llamadas, el doble de consultas. Normalmente empezamos en octubre y este año ya estamos en ello», dice. «Ahora mismo estamos manejando unos plazos de entrega de seis semanas, cuando esto sería lo normal en noviembre, no en estas fechas. La gente solía venir después de que empezara el colegio», corrobora Martín. 

Los dos coinciden también en que es el temor a lo que pueda suceder con la llegada del frío lo que está impulsando el negocio: «La gente se está anticipando mucho, hay un poco de cierta ‘psicosis’», dice García. «Están bastante asustados por los precios. Ahora mismo estamos recibiendo entre ocho y diez llamadas diarias de gente nueva que quiere informarse y aquí también vienen personalmente, no he parado en toda esta mañana», narra por su parte Martín.

El interés por la energía procedente de la biomasa ha ido creciendo año tras año. Así, en Extremadura el pasado año se instalaron 2.704 equipos frente a los 1.929 de 2020. Esto se tradujo en un incremento de los 38.620 kW de potencia nueva en 2020 a los 52.617 kW en 2021. Es decir, ya se venía de una tendencia al alza, pero la guerra en Ucrania ha hecho que este 2022 simplemente «explote»: «El crecimiento va a ser muy grande, con un incremento de entre el 30-40%», afirma Juan Jesús Ramos, técnico de la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom). 

Tal y como señala Ramos, la región es, de forma casi inconsciente, una potencia en cuanto a biomasa: «Siempre se ha usado mucha leña para la calefacción de las casas, es tradicional por la dehesa. Extremadura es la primera región productora de carbón vegetal, con la zona de Zahínos como referente, y el pellet también funciona muy bien al no ser generalmente una zona donde haga frío en exceso», explica.

Rosendo García, con la furgoneta de reparto de Red Biomasa. ANDRÉS RODRÍGUEZ

Ventajas

La principal ventaja de estas fuentes de calor y que ha hecho crecer exponencialmente el interés en las mismas es su precio: «Te puedes ahorrar un 50% con respecto al gasoil, un 60% frente al propano y un 25-30% en comparación con el gas natural. Además, si compras diez sacos, sabes ya lo que te vas a gastar», expone Martín. «Contamos con un precio más competitivo con respecto a otras energías, a pesar de que se necesite más cantidad para generar calor», tercia el gerente de Red Biomasa. García está satisfecho con las buenas perspectivas para el sector, aunque reconoce que también sufrirán un incremento de precios, motivado no tanto por el aumento de la demanda sino por la tendencia general de subida de los costes de producción. En cifras, con la mira puesta en el pellet, el kilo de producto en saco ronda los 60 céntimos, el doble que en la campaña pasada, cuando estaba en 30 céntimos. A granel su coste está en 42-43 céntimos frente a los 23-24 que valía en 2021, según datos del sector. 

Además del precio, estas fuentes de energía juegan la baza de ser más ecológicas y, además, la biomasa es una apuesta para mantener el equilibrio del medio rural: «Hablamos de una energía que es local y que genera puestos de trabajo. Mantiene el patrimonio forestal vivo y previene incendios pues limpia el monte al retirar material, para lo cual también se necesita mano de obra», defiende Ramos. Justo por estas razones Avebiom reclama desde hace ya casi una década que se baje al 10% el IVA de sus productos. «Es algo prioritario. Es un recurso que no viene de fuera, que se está generando aquí, en nuestros pueblos», insiste.

Además de leña, carbón vegetal y pellets, en Extremadura se produce biomasa a partir de astillas, en tres plantas en Navalmoral de la Mata, Gévora y Don Benitoy de huesos, en Valdetorres y en Peraleda del Zaucejo.

Compradores

A Sertec Extremadura está llegando cada día «todo tipo de clientes», asegura Martín, que por este motivo no se atreve a dar un perfil de los nuevos usuarios de esta energía aunque señala: «Ahora mismo la gente que viene se está interesando sobre todo por la leña». También apunta a que si bien no se necesita estrictamente una chimenea en la vivienda, «el código técnico obliga a que haya una salida para los gases». Por ello, los compradores suelen vivir en casas unifamiliares. Lo ratifica García: «Diría que tenemos tres perfiles de clientes: de las ciudades, que son personas que tienen viviendas unifamiliares; de los pueblos, donde la mayoría de la gente vive en casas bajas; y también hay demanda de empresas y de edificios públicos, ya sean de administraciones o colegios, residencias, etcétera», explica.

El invierno está a la vuelta de la esquina y quien puede ya prevé y hace acopio para tratar de pasarlo con la mayor tranquilidad posible, algo que no todo el mundo podrá permitirse. Pero el pulso con Rusia se mantiene. Aún a riesgo de que los ciudadanos tiemblen de frío.

Javier Rodríguez, director de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen)

Javier Rodríguez, director de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) EL PERIÓDICO

«Hemos dejado de producir el 7% de la electricidad del país»

J. H. P. / M. R. G.

Zaragoza / Cáceres

En 2021 se contabilizaban tres instalaciones de cogeneración en Extremadura: una en Villanueva de la Serena y dos en Almendralejo, alcanzando una potencia instalada total de 9,79 MW. De las tres instalaciones, dos utilizan el gas natural como combustible y la tercera aprovecha el calor residual de turbinas de gas natural. La industria que funciona con cogeneración está atravesando un duro momento por la crisis que rodea al gas. Javier Rodríguez dirige Acogen, la patronal que representa a este sector .

¿Qué está ocurriendo con la cogeneración? 

Dos de cada tres plantas en España se han parado desde el pasado 15 de junio, desde que entró en vigor el mecanismo de topado del gas en el mercado eléctrico, del que han sido excluidas las industrias con cogeneración. Hemos dejado de producir el 7% de la electricidad del país. La situación se está degradando enormemente porque la cogeneración es la herramienta de competitividad de todas las industrias que consumen mucho calor. Hablamos del sector alimentario, papelero, químico, cerámico... Todo el sector ha entrado en pérdidas al intervenir el mercado y dejarnos fuera de las compensaciones que sí reciben las grandes eléctricas de gas. Todas las plantas que han podido parar, han parado. En el 40% de los casos siguen en marcha porque si se apagan tienen que parar también las fábricas al dejar de ser competitivos.

¿Acabará habiendo paradas de grandes fábricas?

No cabe duda de que sí. Estamos viviendo una degradación de la industria sin precedentes. Con cogeneración se produce el 20% del PIB industrial del país en una 600 fábricas repartidas por todo el territorio. Si no se nos da una solución, irán cayendo el resto de cogeneraciones y se cerrarán fábricas. Estamos hablando de un sector con más de 200.000 empleos directos.

¿Por qué dependen de esta tecnología para ser competitivos?

Ahora mismo la cogeneración es el vector más importante de costes y la máxima preocupación de cualquier industria es la energía, que se ha multiplicado en algunos casos por cinco y diez. La herramienta de competitividad y ahorro de energía que tienen es la cogeneración. Si se para, esta es la crónica de una muerte anunciada.

¿Quién está cubriendo el hueco que ha dejado el sector en el mercado eléctrico nacional?

Los ciclos combinados están asumiendo lo que ha dejado de producir la cogeneración y ahora cubren más del 30% del mix eléctrico. Pero los ciclos son un 30% más ineficientes. Cuando paramos una cogeneración lo que sucede es que España consume un 30% más de gas y se pierde competitividad, además de suponer un incremento de las emisiones de CO2 en más de 3 millones de toneladas. También nos está sustituyendo el carbón.

¿Qué ocurre en otros países?

Es un caso muy curioso. Las cogeneraciones de España están paradas, pero en Portugal, que tiene el mismo mecanismo de excepción ibérica, todas están en marcha porque allá sí se les permitió acceder a las compensaciones por el tope del gas. Es una situación de discriminación que no se entiende.

¿Por qué se ha sido excluido?

Para nosotros fue una decepción porque en el borrador del mecanismo del tope de gas sí que estábamos contemplados, pero cuando se publicó en el BOE se nos excluyó. El ministerio nos dijo que no era compatible cobrar de dos regímenes de ayudas del Estado. Somos un sector regulado y tenemos una retribución a través del sistema Recore. Propusimos renunciar al Recore o ponerlo en un lugar que sea equivalente. El Gobierno nos retribuye la electricidad en función del precio del combustible, pero la propuesta del ministerio del 4 de agosto para el segundo semestre de 2022 recoge un precio de 90 euros por megavatio hora cuando ahora está cotizando por encima de 200. Es una propuesta irreal. Es prácticamente la mitad del coste que se le reconoce a un ciclo combinado. No se entiende que a las grandes centrales eléctricas de gas se les cubra el coste y a la cogeneración no.

¿Cómo se podría resolver la crisis abierta en la industria?

Lo que pedimos es que se cumpla la ley, tanto la europea como la española. La ley del sector eléctrico reconoce que se tienen que cubrir los costes de la cogeneración y asegurar unas condiciones para competir en igualdad con el resto de tecnologías. O se nos reconoce el mismo mecanismo de compensación de los ciclos combinados o que la retribución del Recore refleje realmente el precio del gas.

¿Hay vías de diálogo con el ministerio de Transición Ecológica?

Sí, hemos mantenido varias reuniones, pero el ministerio debe adoptar medidas urgentes. Las principales comunidades autónomas vinculadas a la cogeneración, con independencia de su color político, como Galicia, Comunidad Valencia, Castilla y León o Aragón, están pidiendo que haga algo el Gobierno de España. Lambán, por el carácter industrial de esta tierra, ha sido de los más activos.

¿Acogen ha denunciado el asunto ante la Unión Europea?

Hemos presentado una demanda a la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea. Ahora en la primera quincena de septiembre es la primera vista. Es un caso de libro de discriminación a la cogeneración, que es a la que más se debería proteger frente a las grandes eléctricas. H

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