La borrasca Danielle trae la lluvia a Extremadura después de casi cuatro meses de sequía. La región volvió a desempolvar ayer los paraguas pero las previsiones apuntan a que volverán a guardarse en unos días porque a finales de semana regresará de nuevo el calor de verano. No obstante, las precipitaciones tienen en alerta este martes la zona de Cáceres Norte, Tajo y Alagón, Meseta cacereña, Villuercas y Montánchez, la Siberia extremeña, así como las Vegas del Guadiana, Tierra de Barros, La Serena y la zona de la Campiña Sur por riesgo de lluvias fuertes.

El aviso se mantendrá además durante todo el miércoles en el norte de la provincia cacereña. No es que se esperen grandes cantidades de lluvia, pero sí hay riesgo de que los litros que caigan lo hagan en un corto periodo de tiempo. «La previsión es de unos 15 litros por metro cuadrado, son cantidades moderadas pero hemos activado los avisos porque pueden ser tormentosas», señaló el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Extremadura, Marcelino Núñez.

De hecho los municipios cacereños de Valverde del Fresno y Tornavacas figuran este martes como dos de los más lluviosos del día en todo el territorio nacional, con 48,4 litros por metro cuadrado recogidos en el primero y 40,2 en el segundo. Intensas han sido también las precipitaciones en la zona de la Vera, donde ha caído granizo a primera hora de la tarde.

Las tormentas ha provocado asimismo incidencias en diferentes sitios de la región. En la ciudad de Badajoz, al menos seis coches han resultado dañados por la caída de árboles y ramas a causa de la tromba de agua y las fuertes rachas de viento. El parque municipal de bomberos de esta ciudad ha recibido unos 40 avisos en menos de media hora, la mayoría por caída de ramas, principalmente en la carretera de Cáceres, en la urbanización Guadiana, en la avenida de Guadiana, puerta de Palmas o el paseo Fluvial. También se ha venido abajo una gran valla publicitaria junto a Decathlon en la avenida de Elvas, se ha desprendido una cornisa en la calle Argüello Carvajal, en la barriada de San Fernando, y se han caído hierros y una antena a la vía pública en la calle Arco Agüero, en el Casco Antiguo.

Una mujer pasea por una calle de Cáceres mientras llueve en la ciudad. CarlaGraw

Además se han formado importantes balsas de agua en distintos puntos de la localidad, aunque como la intensa lluvia ha cesado en unos minutos no se esperan graves problemas para circular, informa Belén Castaño. Las tormentas también están generando problemas en la red eléctrica de la provincia cacereña, donde se han registrado cortes de suministro en la red de internet.

En cambio estas precipitaciones no ayudarán, de momento, a subir el nivel de los embalses. «Han llegado pronto pero es difícil que empiecen a sumar en los embalses porque el terreno está aún muy seco», advierte el delegado de la Aemet en la región. De hecho, según las últimas estadísticas, los embalses extremeños se encontraban ayer al 30,01% de su capacidad, un 0,24% más bajos que hace una semana y casi cuatro puntos por debajo que el año anterior por estas fechas. «De aquí hasta que se llenen los pantanos aún queda, pero es bueno que empiece a caer precipitación porque ayuda a que el suelo se vaya humedeciendo», apunta Núñez. Y consigue además que no se pierda más agua: «Hemos evitado el peor escenario, que es que no cayera ninguna gota en septiembre. La humedad y las nubes evitan la evaporación del agua. Es importante porque esto evita que se pierda el agua embalsada por evaporación», afirma el delegado de la Aemet en Extremadura.

La previsión es que las lluvias remitan el próximo viernes, a lo que seguirá un anticiclón que traerá de nuevo temperaturas veraniegas a la región, con máximas que rondarán entre los 25 y los 30 grados. «Astronómicamente seguimos en verano, por lo que los rayos de sol llegan muy perpendiculares, por eso en cuanto sale el sol las temperaturas se disparan», explica.

Según las predicciones el calor se quedará unos meses, ya que la Aemet espera un invierno cálido y con precipitaciones por debajo de la media hasta ahora, según confirmó Marcelino Núñez. Habrá que esperar a que llegue para conocer si esas pocas lluvias pueden volver a hacer peligrar el suministro en verano.